La ONG Oxfam publicó un preocupante informe conteniendo conocimientos que si bien están en la conciencia colectiva, pone números y detalla cómo se reparte la riqueza en el mundo arrasado por el capitalismo: la riqueza mundial acumulada por las 26 personas más ricas del mundo equivale al presupuesto de, al menos, 3.800 millones de pobres.
El 13% de la clase trabajadora del mundo vive por debajo de los índices de pobreza, indica el documento, hecho público con motivo de la celebración del Foro de Davos, que se lleva a cabo en Suiza.
“El abismo que aumenta entre ricos y pobres penaliza la lucha contra la pobreza, perjudica la economía y alimenta la rabia en el mundo”, manifestó la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanyima.
Asimismo, la investigación puntualiza que la cifra de multimillonarios se ha duplicado en la última década, llegando a ser 2.208 personas, lo que ha desatado un desbalance abominable en la distribución de la riqueza en el mundo.
“Hay suficiente riqueza en el mundo para brindar a todos una oportunidad justa en la vida”, delinea el informe de la ONG.
Las mujeres, las más precarizadas
El trabajo de curas no remunerado es el “motor oculto” que mantiene en funcionamiento economías, empresas y sociedades, añade la denuncia de Oxfam Intermón en su informe Tiempo para la cura, publicado también este lunes al hilo de Davos.
Las mujeres y chicas dedican 12.500 millones de horas diarias a este tipo de trabajo, que engloba actividades como el cuidado de niños y niñas, personas mayores, enfermos o discapacitados, además de tareas domésticas como cocinar, lavar o ir a buscar agua o leña.
Este tiempo supone una contribución a la economía mundial de al menos 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología, es decir, del gasto total en tecnología que realizan en todo el mundo personas, empresas y gobiernos.
Oxfam Intermón muestra cómo el modelo económico sexista está alimentando la crisis de desigualdad, permitiendo a una élite millonaria acumular vastas fortunas a costa del resto de la ciudadanía, especialmente de las mujeres y niñas en mayor situación de pobreza.
Como muestra, un dato demoledor: los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África.
“El trabajo de curas recae principalmente sobre las mujeres que, a menudo, a duras penas tienen tiempo para recibir una educación, conseguir un trabajo con un salario digno o participar en la toma de decisiones dentro de la sociedad. Eso las atrapa en la parte más baja de la pirámide económica”, según explica Lara Contreras, responsable de incidencia política e investigaciones de Oxfam Intermón.
Ellas se ocupan de más de las tres cuartas partes del trabajo de curas no remunerado. A menudo se ven forzadas a reducir la jornada laboral o renunciar a su empleo remunerado para poder hacerse cargo de las curas. En todo el mundo, el 42% de las mujeres no puede acceder a un trabajo remunerado porque son las responsables del trabajo de curas, en comparación con tan sólo el 6% de los hombres.
Las mujeres también constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de curas remunerado. Puestos de trabajo como el de enfermera, trabajadora del hogar o cuidadora a a menudo están mal remunerados, no tienen derechos laborales, comportan un horario irregular y pueden suponer un importante desgaste físico y emocional. Sólo el 10% de las trabajadoras del hogar están protegidas por la legislación laboral igual que el resto de trabajadoras.
Conclusiones del estudio
Según las cifras publicadas por Oxfam, el 1 % más rico de la población mundial tiene más del doble de la riqueza que 6.900 millones de personas.
Asimismo, el organismo explica que si hubiésemos ahorrado 10.000 dólares por día desde la construcción de las pirámides en Egipto (hace más de 4.500 años), tendríamos un quinto de la fortuna promedio de los 5 multimillonarios más acaudalados”.