La política porteña se mueve, se mueve, y no se trata del estribillo de una canción. La no conformación de Cambiemos en la Ciudad abrió un escenario en donde la posibilidad de un nuevo enfrentamiento entre el Pro y ECO no es nada descabellada.
El legislador José Luis Acevedo (Pro) es una de las figuras históricas del macrismo de la Capital. El político y psicólogo ocupó diferentes cargos en el Gobierno de la Ciudad y en la Legislatura antes de asumir su primer mandato como diputado porteño, en diciembre de 2011. Fue reelecto en 2015.
Ante la versión de una posible candidatura de Martín Lousteau en la Ciudad, Acevedo fue contundente: “Lo de Lousteau lo veo como algo relativo. Está haciendo su trabajo en los Estados Unidos y la verdad es que la gestión, y más después del cimbronazo de [Donald] Trump, le debería ocupar todo el tiempo. Debe de ser difícil pensar en la Ciudad cuando hace un año y medio que estás en Washington. Buenos Aires no es un premio consuelo”, fijó posición el legislador del Pro. Igualmente, señaló que ve a todas las candidaturas un poco lejos. “Falta mucho para las elecciones, y considero que existe una clara intención de trabajar mucho y acortar los tiempos de la campaña. La ansiedad es mala consejera y no veo a la gente demasiado preocupada por quiénes van a ser los candidatos este año”, expresó.
–¿Es posible que Cambiemos se arme en la Ciudad luego de las críticas que hicieron Lousteau y el radicalismo acerca de que la alianza no se conformó por culpa de Horacio Rodríguez Larreta?
–Ya lo dijimos desde el Pro: nosotros estamos abiertos a la conformación de Cambiemos en la Ciudad y confiamos en que podamos sentarnos a charlar cuando sea el momento correcto. En la Legislatura tenemos una excelente relación con nuestros colegas de banca que representan a los partidos que integran la coalición a nivel nacional. Hemos charlado infinidad de veces para ponernos de acuerdo en un montón de temas. Con respecto a las críticas, siempre creí que aquel que piensa distinto de manera constructiva es valioso. De hecho, muchas normas fueron modificadas y enriquecidas gracias al aporte de quienes no participaron en su confección.
–¿Qué opina de la posible candidatura de Elisa Carrió en la Ciudad, teniendo en cuenta los elogios que le hicieron Rodríguez Larreta y Santilli?
–Coincido con ambos. Sería un orgullo que Lilita compitiera en la Ciudad. Dependerá del presidente Macri el destino de su candidatura. Ella ya dijo que iba a actuar donde Mauricio se lo pidiera, y a mí me parece que ese fue un gesto que no se ve a menudo. Lo que es seguro es que los ciudadanos van a evaluar nuestro trabajo cuando llegue el momento de votar. Y eso es una responsabilidad enorme. Las elecciones legislativas tienen que ver un poco con eso, con la posibilidad que la gente tiene de reafirmar el apoyo a un cambio que comenzó el 10 de diciembre de 2015. Así que, sin desmerecer a nadie, yo pondría a los candidatos en un plano secundario, porque creo que se va a plebiscitar la capacidad que tuvimos en esta primera parte del Gobierno de resolver los problemas de la gente.
–¿Cuál debería ser la estrategia de la campaña electoral del Pro porteño?
–La estrategia será la de seguir trabajando junto a los vecinos. Nosotros entendemos que conformamos un equipo de tres millones de personas y creo que la mejor imagen que tenemos es esa, la de trabajar día a día para mejorar la vida de la gente. Nuestra premisa es esa, y los porteños nos vienen acompañando desde hace muchos años. Hacemos y vamos a seguir haciendo. Tenemos un año de muchas expectativas que debemos satisfacer. La gestión de ocho años de Mauricio puso la vara muy alta, pero esta administración que encabezan Horacio [Rodríguez Larreta] y Diego [Santilli] está trabajando a un ritmo incansable y cumpliendo con las promesas electorales. Todos los días vemos inauguraciones, puesta en marcha de políticas públicas. Ese va a ser el centro de nuestra campaña.
–Considerando que Francisco Quintana ya sería número puesto para ser vicepresidente de la Legislatura, ¿ya hay discusiones sobre quién presidirá el bloque? Porque, por su experiencia, su nombre figura en el grupo de candidatos.
–Me encantaría que Quintana sea el vicepresidente primero, se lo merece por el trabajo que viene haciendo. Pero todavía no hay discusiones sobre el tema y, de hecho, hablar de algo que sucederá dentro de diez meses me parece apresurado. Desde mi lugar te puedo decir que yo nunca le quité el cuerpo a ninguna obligación ni a ningún desafío. Pero todos los que tenemos responsabilidades políticas en el Pro tenemos una certeza: debemos estar preparados para asumir los roles que el equipo que conducen Horacio y Diego nos pida. Los que ocupamos bancas lo entendemos así. Por eso trabajamos todo el tiempo para perfeccionarnos y formamos equipos que estén a disposición para asumir tareas cuando se requiera. Estamos atentos y listos para cualquier situación.
–Y con respecto a la actividad legislativa, ¿cómo considera que se desarrollará este año?
–La actividad será intensa y yo la dividiría en varias partes. Creo que vamos a tener un trabajo muy interesante de ayudar al Ejecutivo para que se aceleren algunas cuestiones formales para seguir transformando la Ciudad. Para darte un ejemplo, el jueves 23 de febrero tenemos dos audiencias públicas muy importantes: la urbanización del Barrio Rodrigo Bueno y la creación del espacio verde de la Manzana 66 en Once. Permitir que esas instancias fluyan de la mejor manera también es nuestra obligación. Pero creo que la discusión que se viene en la Ciudad es la del Código Electoral en la Ciudad. A fin del año pasado el Ministerio de Gobierno presentó el proyecto que se discutirá. Esa iniciativa se trabajó desde la cartera que encabeza Bruno Screnci Silva durante un año con un programa llamado Dialogando BA, bajo la batuta de Hernán Charosky, del cual participé con gusto y en el que se discutió con pasión. Y de allí salió la intención de generar una Agencia de Gestión Electoral que tendrá la responsabilidad de llevar adelante los procesos electorales. Un ente autárquico que administrará todo lo que tenga que ver con las elecciones, desde el cronograma electoral, financiamiento y hasta organizar el debate entre los candidatos. Un concepto muy interesante que pondremos a discusión en la Legislatura. También habrá algo de merma normal que se da en tiempos de elecciones, pero desde el Pro será un trabajo evitar que suceda.
–¿Cómo se desarrollarán las negociaciones políticas en la Legislatura durante este año?
–La aprobación de las iniciativas en la Legislatura nunca fue simple. Desde que el Pro ingresó en la vida política tuvo que consensuar todo, y creo que ese es uno de los baluartes de este equipo: la capacidad que tiene de llegar a acuerdos. Es cierto que en los años de elecciones todo se tensa. Pero las discusiones enriquecen así que no hay que huirles. Lo que sí debemos tener en cuenta es que las alianzas electorales influirán en las decisiones de la oposición.
–¿Cómo será su tarea legislativa?
–Voy a seguir trabajando en la Comisión de Políticas de Promoción e Integración Social que presido y su articulación con el Poder Ejecutivo. Hay que aportar todo lo que nos soliciten los funcionarios, y siempre brindando nuestro punto de vista. La actividad legislativa te da la posibilidad de aportar una mirada más integral cuando nos consultan, pues nuestro rol tiene que ver con buscar acuerdos y consensos. Pero además creemos que podemos aportar en otros aspectos, como por ejemplo ayudar a que a más porteños les sea un poco más fácil acceder a una vivienda. Ya estamos dando las puntadas finales a un proyecto de alquiler social para permitir el acceso a la renta de muchos sectores medios con trabajo pero que no ven posible cumplir con las exigencias que imponen los privados para alquilar una vivienda. Y estamos en pleno proceso de varias iniciativas que tienen que ver con la articulación entre la educación y el empleo.
–Esa será una de las líneas de trabajo.
–Creemos que ese camino nos va a ayudar a generar una mayor capacitación para lograr que nuestros jóvenes tengan la posibilidad de salir del secundario con un trabajo estable. Todo sin descuidar el trabajo en los nuevos barrios que se integrarán en la Ciudad, tarea que a veces no se ve tanto pero que hay que realizar para que las políticas que propuso el Poder Ejecutivo y que aprobó la Legislatura tengan su concreción lo antes y mejor posible. En síntesis, hay mucho para seguir haciendo en educación, empleo y vivienda, que son las genuinas herramientas para salir definitivamente de la pobreza.
–¿Por qué cree que se va a recordar el primer año del gobierno de Rodríguez Larreta?
–Creo que el traspaso de la Policía es un hecho que no tiene comparación respecto a la relevancia mediática. Y más teniendo en cuenta lo que el jefe de Gobierno afirma: sabe que el principal reclamo de la sociedad es la lucha contra la inseguridad. Pero desde mi lugar como presidente de la Comisión de Políticas de Promoción Social, siento que 2016 fue el año donde comenzamos todos a ser parte de la misma Ciudad. En el Pro tenemos un sueño: que todos tengamos los mismos derechos y obligaciones. Y ese es el camino que comenzamos cuando aprobamos la urbanización de las villas porteñas. Y me parece que ese fue el hito político. Estamos hablando de obras que permiten que todos los porteños seamos parte de la Ciudad. Gente que durante años no tuvo ni siquiera los servicios básicos, ahora los tendrá. Pero los tendrá con las mismas obligaciones que tenemos todos. Son políticas que a corto plazo no se ven pero que nos cambian la vida a todos, porque la presencia del Estado hace que la situación cambie. El otro día escuché al jefe de Gobierno comentar que durante 2015 hubo 30 asesinatos en la Villa 31 y que el año pasado esta cifra se redujo a cinco. Eso se debe a que un Gobierno tomó la decisión de intervenir en zonas que antes estaban a la deriva. Zonas cuya jurisdicción no nos pertenecía y en las que, ahora que podemos dialogar con otras administraciones, podemos acordar cómo ayudar de la mejor manera. Son años de que muchos se llenaran la boca diciendo que ayudaban a los que más necesitan y terminaban utilizándolos políticamente. Nosotros trabajamos de otra manera, prometemos lo que podemos cumplir y vamos con la verdad. Podemos equivocarnos, pero no usamos a los que menos tienen, estamos en contra de esas políticas miserables.