Una brutal represión fue evidenciada el miércoles en el Congreso, donde jubilados se unieron a aficionados de fútbol para protestar por un aumento en las prestaciones previsionales. La ministra Patricia Bullrich, responsable del área de Seguridad, comentó que los hechos son de “una gravedad incomparable” y destacó que el fotógrafo Pablo Grillo, quien resultó herido por un disparo de gas lacrimógeno y se encuentra en condición crítica, “está bajo custodia”.
Horas después de la manifestación y la violenta represión ocurrida en las afueras del Congreso, Patricia Bullrich ofreció declaraciones y afirmó que los aficionados al fútbol “venían preparados para matar”, al unirse a los jubilados que protestaban por mejoras en sus pensiones.
La ministra de Seguridad informó que al menos 17 policías resultaron heridos y, en este momento, se contabilizan al menos 150 personas detenidas. “Lo de hoy es de una gravedad inigualable”, declaró Bullrich en una conversación con el periodista Luis Majul.
“Muchos de los asistentes a esta marcha, barras, agrupaciones de izquierda, miembros de agrupaciones kirchneristas, y diversos grupos políticos que buscan derrocar al gobierno, llegaron con intenciones violentas”, destacó la representante del gobierno de Javier Milei.
Asimismo, señaló que los disturbios habrían sido planificados con antelación: “Hemos confiscado armas de fuego, armas blancas, y diversos objetos como miguelitos para pinchar los neumáticos de los patrulleros y motos”.
“No nos distrajimos ni un instante del operativo. Todas las fuerzas federales estaban presentes para colaborar en las detenciones, incluyendo la Policía de la Ciudad y el Servicio Penitenciario. Contábamos con un contingente considerable de efectivos, pero también trajeron un alto número de barrabravas y elementos delictivos. Seguramente, muchos de ellos poseían antecedentes penales”, afirmó la ministra.
Bullrich subrayó que el operativo de represión se llevó a cabo con la colaboración de las cinco fuerzas federales, además de la policía de la Ciudad de Buenos Aires. A pesar de los esfuerzos por contener la violencia, Bullrich expresó que los manifestantes estaban bien organizados y fueron equipados con diversos objetos destinados a agredir a los oficiales. Además, confirmó que hubo alrededor de 150 detenidos, muchos de los cuales eran personas con antecedentes penales.
Pablo Grillo “es un militante kirchnerista”
La ministra Patricia Bullrich intentó explicar lo sucedido con Pablo Grillo, el fotógrafo gravemente herido por un tubo de gas lacrimógeno que lo golpeó en la cabeza y por el que era intervenido en las últimas horas.
La funcionaria indicó que “Pablo Grillo es un militante kirchnerista y está preso«, además de apuntarlo por trabajar «en la municipalidad de Lanús con Julián Álvarez”. Sin embargo, Bullrich no brindó detalles sobre el estado de salud del fotógrafo que fue trasladado esta tarde al Hospital Ramos Mejía en grave estado.
Llamado de Chiqui Tapia
Bullrich confirmó que recibió un llamado del Presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia, en donde le manifestó que “estaba total y absolutamente en contra de esto”. En ese sentido, agregó: “Tienen que salir a decir que van a echar a todos los que están asociados a los clubes que hayan participado de esta marcha y que estén identificados, no solamente ponerle nosotros el derecho de admisión, los tienen que echar”.
Además, la ministra aseguró que desde su cartera tienen lista una “Ley Anti Barras” que presentarán en el Congreso. “Nosotros tenemos a punto para salir una ley anti barras que es muy dura y que mañana voy a endurecerla más todavía. Creo que las barras bravas deben tener una prohibición total y absoluta. Son una asociación ilícita”.
Bullrich destacó que la lucha contra las barras bravas y las organizaciones criminales no se detendrá. “Estamos preparando una ley más dura contra las barras bravas, una ley que prohíbe absolutamente cualquier tipo de vinculación con estas organizaciones violentas”, afirmó. La Ministra también dejó claro que los responsables de los disturbios serán identificados y procesados con todo el rigor de la ley, buscando aplicar penas severas para quienes se involucren en actos violentos.