El proyecto de reforma electoral impulsado por el oficialismo ha despertado un histórico reclamo de algunos partidos políticos, como es el caso de la Unión Cívica Radical, aliada electoral del PRO en Cambiemos. La petición se basa en aumentar la cantidad de representantes de la Cámara de Diputados en relación al incremento de la población en base al último censo, para esto debe volverse operativo el artículo 45 de la Constitución Nacional.
El reclamo fue históricamente levantado en los años del Gobierno anterior, por el radical José María Díaz Bancalari pero la base para incorporar la ampliación de la Cámara de Diputados sería el proyecto presentado por la radical porteña Carla Carrizo, perteneciente a Suma + de Martín Lousteau y la agrupación radical La Cantera.
Además, uno de los cambios que buscan impulsar las provincias subrepresentadas se centra en la modificación de la Ley Bignone, de la última dictadura militar, la cual utiliza el censo de 1980 sin contemplar el desarrollo poblacional y demográfico que tuvo lugar en el país en los últimos 36 años. Es decir que hoy la Cámara baja representa a 27 millones de argentinos y no a los 40 que arrojó el censo de 2010.
El encargado de instaurar dichos reclamos fue Nicolás Massot, el jefe de bloque del PRO en la Cámara baja. De esta forma el proyecto volverá a debatirse el próximo martes en la Comisión de Asuntos Constitucionales. De esta forma se ampliaría el debate, en búsqueda de generar consensos, por ejemplo la necesidad de Cambiemos de avanzar en instaurar la Boleta Única Electrónica tuvo que encontrar cesiones con el Frente Renovador en materia de la representación de género, instaurandosé un 50 y 50 de representantes mujeres.
El Gobierno sabe el peligro que puede significar un aumento en la Cámara de Diputados donde no cuenta con quórum propio y cada sesión es una negociación permanente, es por ello que en caso de avanzar la reforma no se aplicaría en 2017 sino que deberá esperar hasta 2019.