Dengue para bailar

Dengue para bailar

La guerra biológica del Gobierno porteño en una etapa en la que casi no hay casos autóctonos. Las estrategias: los trailers sanitarios y los operativos de tratamiento de foco. Hablaron con NU el jefe de Gabinete de Salud y el director del Pasteur.


La súbita aparición del dengue ?que no es un ritmo bailable como la salsa o el merengue, pero que hizo bailar a muchos la danza del miedo? llevó a que todos sepamos quién es ese delincuente del Aedes aegypti, que aprendamos qué es el vector de una enfermedad, qué es una ovitrampa, y hasta que pugnemos duramente para informarnos acerca de las bondades del descacharramiento.

Justamente esta semana, el ministro de Ambiente y Espacio Público Diego Santilli supervisó un operativo en el que se colocó biolarvicida en el piletón del Paseo de la Cultura de la Plaza Rubén Darío, frente a la escultura Floralis Genérica, en Figueroa Alcorta y Tagle. ?Prevenir el dengue es un aprendizaje de cambio de hábitos que nos involucra a todos?, expresó el funcionario macrista, mientras se sumaba a la guerra biológica.

Ahora bien, el dengue se manifiesta de diferentes maneras. Tras un período de incubación de entre 5 y 8 días, las personas sufren un cuadro viral caracterizado por fiebre, dolores de cabeza, dolor intenso en las articulaciones y los músculos, inflamación de los ganglios linfáticos y erupciones en la piel, llamadas petequias, que nacen en las extremidades inferiores y el tórax, y desde allí se extienden al resto del cuerpo.

Pero la más peligrosa es la variante del dengue hemorrágico, que puede ser mortal. Se caracteriza por la pérdida de líquido y de sangre, causada por trastornos en la coagulación. Ataca en especial a niños y ancianos.

La cruzada antidengue

El doctor Néstor Pérez Baliño, jefe de Gabinete del Ministerio de Salud de la Ciudad y director de la Región Sanitaria 1, destaca en la acción antidengue la importancia del Comité de Expertos que conformó esta cartera ante la aparición de las epidemias ?o pandemias, la gramática siempre se amplía? de la gripe A y el dengue, que debe asesorar al Gobierno en la toma de decisiones.

La Mesa está formada por el ministro de Salud Jorge Lemus, el propio Pérez Baliño, Oscar Pérez ?por la Región Sanitaria 2?, Norma Goldín ?titular de la Región 3?, Ana Aramburu ?responsable de la Región 4?, el director de Epidemiología porteño Raúl Forlenza y Jorge San Juan, director del hospital Muñiz, que también sumó al comité a su director de Zoonosis, Alfredo Seijo. Además integran esta instancia representantes de la Universidad de Buenos Aires, del Ministerio de Desarrollo Social, de Espacio Público y Medio Ambiente y de Seguridad.

De las acciones encaradas por el Ministerio, se diferencian dos, que son claves para la detección temprana. La primera: los trailers que se estacionan en forma permanente en algunos hospitales, en los que se asientan los consultorios de febriles, se analiza a los posibles infectados y se descarta a los que no lo están. La segunda: los operativos de tratamiento de foco, que comienzan cuando existe un caso de dengue autóctono. Primero, el centro de salud efectúa el estudio epidemiológico. Luego, llegan los expertos del Ministerio para profundizar la concientización, asesorando con materiales en el lugar. Y Espacio Público fumiga, ya que el momento ideal para hacerlo es cuando la hembra del mosquito está fértil y puede infectar.

El turista africano

Oscar Lencinas, director del Instituto Pasteur, relata que el mosquito vector llegó aquí desde África, como polizón en los barcos negreros que atracaban en el puerto.

Lencinas relata que en 2010 cambiaron la estrategia con respecto al año anterior. ?Este año nos concentramos en el ciclo del mosquito, porque en el invierno es cuando sobreviven los huevos, que están depositados en lugares en los que soportan temperaturas muy bajas, cerca de aguas limpias, aunque, a diferencia de casi todos los otros mosquitos, no dentro de ella.?

?La hembra del Aedes ?continúa el veterinario? necesita sangre humana para estar fértil y luego desovar. Nosotros les creamos recipientes para que depositen sus huevos y allí poder destruirlos. La secuencia de maduración del Aedes es huevo, larva, pupa y adulto. Las larvas aparecen cuando no eliminamos los huevos que están en los recipientes, que pueden ser cualquier cosa que junte agua: rejillas, sumideros, canaletas, juguetes, cubiertas de auto y hasta las grandes hojas de plantas.?

Lencinas también describe la guerra biológica que encaró el gobierno, ?que consistió en el sembrado de un larvicida, que es el Bacillus Thuringiensis, una espora que se deposita en el estómago de la larva, donde empieza a reproducirse hasta matarla. Como es inocua para los seres humanos, la hemos podido incorporar al agua potable. Es importante también que a las piletas se les ponga mucho cloro, que no mata al mosquito, pero impide su reproducción?.

En cuanto a la efectividad de la campaña, Lencinas asegura que, hasta ahora, este año no hubo casi infectados autóctonos, sólo algunos sospechosos bajo vigilancia. Los únicos casos que se detectaron hasta hoy en la Ciudad provenían de Venezuela, Brasil y del Mato Grosso.

El camino recorrido

La cruzada antidengue comenzó en marzo del año pasado, a partir de la campaña de prevención en las estaciones de trenes Federico Lacroze y Retiro y en la terminal de ómnibus de Liniers, en las que se repartieron folletos informativos.

El 25 de abril empezó en Nueva Pompeya la campaña ?Sacá al mosquito de tu casa?. Coordinados por expertos del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, 70 especialistas les explicaron a los vecinos los métodos para eliminar el mosquito. En mayo, expertos de la salud visitaron a los vecinos de Barracas y luego la campaña mencionada se trasladó a Almagro. En agosto se realizaron, junto con el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, operativos de prevención en Liniers y en Tres de Febrero.

También se estableció un puesto de coordinación en la colectora de General Paz y Rivadavia, del lado porteño, desde donde partieron cuadrillas para concientizar a los vecinos de la zona.

Más tarde, se repitieron las acciones en la zona oeste de la Ciudad. Además de recorrer Liniers, los especialistas de la salud estuvieron en Versalles. Y en septiembre, octubre, noviembre y diciembre, diversos equipos interministeriales trabajaron, además de en Versalles y Liniers, en Mataderos, Villa Urquiza, Saavedra y Barracas, para explicarles a los vecinos cómo prevenir el dengue. A principios de noviembre se inspeccionaron los cementerios de la Chacarita y Flores, ya que los floreros cargados con agua constituyen un hábitat ideal para el Aedes.

El equipamiento

El Ministerio de Salud debió proveerse de nuevos equipos para combatir la epidemia, como termocicladores para los hospitales Pasteur, Tornú y Muñiz, que sirvieron para descentralizar los diagnósticos y atender de manera más rápida a los ?sospechosos? de sufrir la enfermedad.
Además, el Instituto Pasteur compró 7.500 biolarvicidas y 3 mil frascos de repelente, y los hospitales Tornú y Piñero fueron abastecidos de los insumos necesarios para la detección de la enfermedad por la metodología de Enzimo Inmuno Análisis. También se adquirieron insumos biomédicos para cubrir emergencias en los hospitales, como el inyectable poligelina, paracetamol pediátrico y paracetamol para adultos. Las sales de rehidratación oral y solución de sodio, por su parte, se utilizarán sólo en casos de infección.

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