La presentación de las listas de octubre de los partidos políticos porteños se produjo el sábado a la noche y trajo aparejadas sorpresas, desesperación, pataletas y casi nada de buen humor.
La primera sorpresa: finalmente Chacho Alvarez le quebró la mano a Ibarra – el gran arquitecto de la Alianza porteña – y colocó a Nilda Garré en el tercer lugar de la lista de diputados, en desmedro del actual senador Pedro del Piero. Quienes conocen el bordado interno del FREPASO dicen que esto no hubiera sido posible de no haber estado Ibarra al mando del Ejecutivo porteño, del que del Piero formará parte a partir del 15 de octubre, casi seguramente.
En las listas del ARI también hubo fracturas. La que los socialistas democráticos le produjeron a Lilita Carrió – que el viernes, luego de una conferencia de prensa, desapareció hasta después del cierre de listas – colocando a dos de sus hombres – Héctor Polino (1º) y Norberto La Porta (3º) – en lugares prácticamente seguros, mientras que Lilita sólo pudo ubicar a la radical Laura Mussa (2ª) y al actual diputado Fernando Cantero (5º). En medio de ellos se ubicó – luego de una durísima pulseada, en la que los socialistas enviaron al abismo la candidatura de Liliana Chiernajowsky, esposa de Chacho Alvarez – la ex frepasista Dora Barrancos, impulsada por su jefe político, Eduardo Jozami, actualmente subsecretario de Vivienda del gobierno porteño. También en esta lista hubo sorpresas: la cantante Susana Rinaldi, que llegó como un relámpago para instalarse detrás de Alfredo Bravo como candidata a senadora.
En el campo del peronismo hay algo que está demasiado claro: la diáspora es – por estos tiempos – imposible de detener. Hay peronistas en cuatro de las listas de octubre. Unión por Buenos Aires, que concretó una cuestionada alianza con el partido de Domingo Cavallo, lleva a Scioli, a Inés Pérez Suárez y a Luis Santos Casale como candidatos a diputados. Nuevo País, por su parte, es una nueva apuesta de Gustavo Béliz a jugar por afuera del justicialismo, esta vez acompañado por Irma Roy, Laura Leguizamón, Gerardo Conte Grand y Diego Santilli. El gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, bendijo repetidas veces a esta lista. Por su parte, Nuevo Milenio lleva como primer diputado al antiguo jefe de la Juventud Peronista, Juan Carlos Dante Gullo, que intenta sacar provecho del arrastre del ARI, tanto que sus candidatos al Senado son Alfredo Bravo y Susana Rinaldi. Mientras tanto, el MODIN (?) alinea – firmes – a dos antiguos menemistas en la búsqueda desesperada de cobijo: Luis Durán y Claudia Bello.
En cuanto a las listas peronistas, llama la atención – si es que los porteños aún conservan su capacidad de asombro – la aparición del abogado Tomás Horacio Liendo como primer candidato a senador de Unión por Buenos Aires. Los memoriosos recuerdan aún la actuación de su padre, el general del mismo nombre, que era ministro de Trabajo cuando se produjo la huelga de SEGBA, a raíz de la cual desaparecieron Oscar Smith y aproximadamente una decena de delegados de Luz y Fuerza, en 1977. Cuando los trabajadores levantaron la huelga, aterrorizados por los aprietes y las desapariciones de delegados, el general Liendo se felicitó por el triunfo del "diálogo, la paz y la cordura". La UceDé, en tanto, lleva en sus boletas la lista completa de Unión por Buenos Aires, sin candidatos propios.
Detrás de los partidos "grandes" hay 14 listas que – lejos de las luces del centro – esperan que los porteños vuelvan a apostar, como en los comicios del año pasado, por ellos. La oferta es heterogénea. Vuelve a aparecer un partido de los jubilados, que lleva a Ariel y a Antonio Ferrari encabezando las listas de diputados y de senadores, respectivamente. Como es tradicional, presentan su oferta – con pocas esperanzas de lograr siquiera una banca – los demócrata cristianos y los humanistas.
La izquierda porteña aparece esta vez repartida en siete listas: Autodeterminación y Libertad, con la novedad del regreso del ex diputado Luis Zamora, flanqueado por los actores Norman Brisky y Héctor Bidonde. Los socialistas auténticos llevan a Jorge Selser, que no dudó en ponerse una peluca para acercarse a las cámaras, a la cabeza de la lista de diputados, acompañado de varias mujeres, entre las que aparece Virginia González Gass, cuya hermana – Gabriela – es actualmente diputada por el radicalismo.
Una extraña pareja se formó entre el Partido Obrero y el actual diputado porteño del socialismo auténtico, Abel Latendorf. A pesar de que el partido de éste se presentó en solitario, Latendorf encabeza la lista de senadores de la alianza del Partido Obrero y el MAS, cuya lista de diputados encabeza el eterno Pablo Rieznik. Todavía es imprevisible qué actitud tomará la conducción del Partido Socialista Auténtico con respecto al indisciplinado diputado porteño y miembro de su comité porteño. Lo que es seguro es que será todo menos la indiferencia.
Finalmente, en un apretado pelotón, están el derechista Partido Federal, los Trabajadores Socialistas, el inexistente Partido Socialdemócrata y el Frente Polo Social, del padre Farinello, que seguramente correrá en la Capital una suerte muy distinta de la que correrá en la Provincia de Buenos Aires, lejos del carisma del sacerdote.
