La licitación de los residuos viene con cambios

La licitación de los residuos viene con cambios

En la próxima licitación de la basura porteña habrá cambios. A pesar de que en la Secretaría de Medio Ambiente mantienen los pliegos bajo siete llaves, algunos detalles están empezando a conocerse. Habrá cuatro ítems que significarán un cambio de cultura: las empresas invertirán en campañas educativas, habrá un nuevo Centro de Gestión de Reclamos, se crearán las auditorías sociales en los CGP y se realizará una "encuesta de satisfacción" trimestral


Dentro de poco, la Legislatura votará una Ley Marco para fijar los parámetros de los pliegos para la licitación de la recolección de los residuos que generan los porteños. Uno de los cuestionamientos más escuchados el 26 de febrero, cuando el secretario de Medio Ambiente, Eduardo Ricciuti, fue al plenario de las comisiones de Obras y Servicios Públicos y de Ecología de la Legislatura, fue que los diputados aun no habían recibido el pliego de condiciones sobre los cuales se efectuará la licitación.

El otro cuestionamiento serio que recibió el secretario de Medio Ambiente se basó en la prórroga de la concesión con la que fueron obsequiadas las empresas que recogen la basura porteña. Algunas fuentes allegadas al secretario afirman que la licitación estará lista en poco tiempo, aunque tropiezan con una dificultad que no es menor: la tasa de actualización de los contratos. La inestabilidad de la volátil economía argentina y la actitud del Gobierno nacional, que toma medidas parciales frente a los problemas que van surgiendo, pero que no elabora un plan rector, son también condicionamientos que retrasan la conclusión de los pliegos licitatorios.

De todos modos, algunas pautas que contendrán los pliegos se conocieron en estos días. En primer lugar, se sabe que está en cuestión la denominación de "área limpia". A sugerencia de la diputada Juliana Marino, podría llamarse -de ahora en más- "área crítica de limpieza". Esto -segun la evaluación de los funcionarios de Medio Ambiente- ocurriría porque se supone que si hay un "area limpia", en contraposición debería existir un "área sucia". Un contrasentido en una licitación por la limpieza de la Ciudad.

Se sabe también que los camiones deberán cambiar de combustible. Desde el 1º de febrero de 2003 debrán tener motores movidos a gas, dejando de lado el gasoil que utilizan actualmente.

CAMBIOS FUNDAMENTALES

Habrá además cuatro capítulos que estarán incluidos en la próxima licitación, que significan un cambio cultural de grandes proporciones.

1º) Campañas educativas: las empresas que resulten adjudicatarias de los contratos deberán invertir en el primer año el cuatro por ciento de su facturación en campañas educativas, en tanto que en los años siguientes deberán invertir el tres por ciento. El diseño de las campañas deberá ser contratado por las propias empresas, aunque la aprobación final estará a cargo del Gobierno porteño.

Las campañas se desarrollarán en las escuelas y en los medios de comunicación masiva. Tomando en cuenta la facturación actual de las empresas que recogen los residuos que se generan en esta ciudad, la inversión que deberían encarar para este rubro en el primer año, sería superior a los seis millones de pesos. Posteriomente, invertirán un poco menos de cinco millones anuales, hasta el fin de sus contratos.

2º) Centro de Gestión de Reclamos: Actualmente existe uno, pero el nuevo Centro deberá estar "on line" con la Secretaría de Medio Ambiente en todo momento. Las empresas deberán elaborar un informe de los reclamos cada quince días para luego elevarlo a la Secretaría.

3º) Las auditorías sociales: Este sería un punto clave en la administración que se viene en la gestión de la recolección de residuos. Este esquema de control sobre las empresas estará conformado por una auditoría por cada Centro de Gestión y Participación (CGP). Funcionarían en los propios CGP y estarían formados por representantes de las ONG`s y vecinos interesados en los problemas de la ecología urbana. La división en zonas que coinciden con los CGP es también una novedad de esta licitación.

4º) Encuesta de satisfacción: Esta encuesta se realizará trimestralmente. Las empresas concesionarias contratarán a las encuestadoras, que trabajarán sobre parámetros técnicos establecidos por el Gobierno porteño.

Los asesores del secretario de Medio Ambiente dejaron traslucir, de todos modos, que todos estos cambios deberán sortear varios filtros antes de llegar a concretarse. Saben perfectamente, además, que no será un tema menor el "lobby" que intentarán algunos sectores, que no desean ni auditorías, ni encuestas, ni reclamos, ni campañas, ni nada que signifique una inversión extra.

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