A mediados de mayo de este año, la defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Oliveira, propuso que se incluya ácido fólico en la harina y el arroz. Pero la introducción de este producto en materias primas de producción privada, era bastante complicada. Por lo que a Oliveria se le ocurrió que el Gobierno de la Ciudad, a través del "Felipe Porteño" podría incluir el ácido fólico en la harina y, de esta manera, en el pan que consumen miles de habitantes de la Ciudad de Buenos Aires.
Para la obusdman porteña, la iniciativa que encaró la Secretaría de Desarrollo Económico y el Centro Industrial de Panaderos (CIP) de elaborar el pan a un precio más económico para consumo popular, más allá de las dificultades en su implementación, "es una magnifica oportunidad para que las autoridades arbitren las medidas para enriquecer con dosis adecuadas de ácido fólico las harinas con que elabora el ‘Felipe porteño’". De esta forma –agregó Oliveira-"no sólo se favorece el consumo popular, sino que se mejoraría la salud de la población al prevenir ciertas malformaciones fetales".
El consumo de ácido fólico desde un mes antes de la concepción, evita malformaciones fetales tales como espina bífida o anencefalia. Pero el problema radica en que la mayoría de los embarazos no son programados, por lo cual, además de campañas de información, debería incluirse ácido fólico en alimentos de alto consumo de la población –como harinas o arroz- una de las formas más sencillas y eficientes de prevenir este tipo de problemas.
La Resolución 2840/02 de la Defensoría destaca que "la Ley de Salud Reproductiva quedó atrapada en cierto discurso médico, porque si bien son muy grandes los avances en lo relativo a los derechos que tienen las personas respecto a la anticoncepción y el goce de la sexualidad, poco se dice respecto a la forma de resguardar los derechos a la procreación sana".
