La caída en la recaudación de la Ciudad de Buenos Aires sigue desacelerándose, a pesar de algunos vaticinios desfavorables. En el mes de marzo ingresaron en la tesorería porteña 167 millones de pesos, un diez por ciento más de los 151 millones esperados. Esta cifra significa una caída en la recaudación -tomando el mes de marzo de 2001- del 20 por ciento.
Mientras tanto, en el contexto recesivo que vive la Argentina, el director general de Rentas, Alejandro Otero, no deja de ser moderadamente optimista, a pesar de que termina de completarse un semestre de caída constante, que se inició en octubre de 2001. "La expectativa en la recaudación de abril es de una caída similar a la de marzo, ya que no hay indicadores de la economía que motiven una previsión de mejora en la situación. De todos modos, la situación no empeorará, ya que la caída, que en diciembre fue del 44 por ciento; en enero, del 29,7 por ciento y en febrero del 23,9 por ciento viene disminuyendo claramente".
"El alza de los precios, contra lo podría pensarse, no significará un aumento en la recaudación, porque el contexto recesivo hará que bajen las ventas -agrega Otero-. Lo que puede ser un problema es que hemos detectado casos de rebelión fiscal por parte de grupos empresarios. Estos grupos prefieren litigar contra el Estado antes que corregir las anomalías que a menudo detectan los inspectores. Este es un comportamiento que hasta hace poco no se verificaba a menudo, tal como ocurre ahora, habrá que ver cómo evoluciona la situación".
Finalmente, Otero se queja de que "la Ciudad de Buenos Aires es la única jurisdicción que se autofinancia y en estos momentos afronta serias dificultades financieras coyunturales, producto de la brutal recesión. Esta situación se ve agravada por la irrelevancia de su participación en la distribución de los recursos de la Nación. Buenos Aires recibe en concepto de coparticipación federal 157 millones de pesos por año, más unos 50 millones por el incentivo docente. No puede ser que este distrito contribuya con el 20 por ciento a la formación de los recursos nacionales y a cambio reciba menos del uno por ciento".
La Dirección General de Rentas -entretanto- mantendrá en vigencia la Ley de Presentación Espontánea hasta el 30 de abril para los contribuyentes que registren deudas vencidas al 31 de octubre. La tasa de financiamiento será del 3 por ciento anual, mucho menor al 24 por ciento habitual. Todos los contribuyentes cuyas deudas han caído fuera de término podrán acogerse a esta ley, incluso los que tienen expedientes en sede judicial.