"Llama la atención que de una manera tan repentina se haya decidido realizar estas obras que involucran una amplia zona de la Ciudad, y fijan definitivamente al Aeroparque en su actual posición", afirmó el diputado porteño Juan Carlos Linch (Compromiso para el Cambio), respecto a las ampliaciones y reformas anunciadas por el jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, y el presidente Néstor Kirchner.
"Durante décadas se ha debatido, casi podría afirmarse que a partir de su inauguración, en 1948, la conveniencia o no de mantenerlo en su actual emplazamiento basado en el factor seguridad o mejor de restricción de operaciones, afectadas por algunas limitaciones en cuanto a máquinas a operar, pista, plataformas y calle de rodaje, discusión que se acentuó a partir del contrato oportunamente firmado por la Nación con la empresa concesionaria Aeropuertos Argentina 2000, que la obliga a trasladar la totalidad de la actividad aerocomercial de la región metropolitana al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini en Ezeiza a partir de 2005", manifestó el presidente de la Junta de Ética y Organismos de Control de la Legislatura de la Ciudad.
"A lo largo de los años -continuó- se han hecho otras propuestas de diversa envergadura que incorporaban nuevas pistas o desplazaban la existente hacia el Este por medio de relleno costero o la más extrema, que construía una aeroísla en el río de la Plata frente a su actual ubicación, proyecto que tiene antecedentes del año 1938, cada una de ellas con ventajas e inconvenientes".
"En audiencias públicas realizadas entre 1999 y 2001 -agregó-, (…) nunca se alcanzó el consenso que resolviera el complejo problema que combina entre otras cosas, la necesidad de conexiones con el interior del país, seguridad aérea, disminución del deterioro ambiental por el intenso tráfico, fácil accesibilidad para los usuarios y personal afectado, conformación del eje con el Puerto de Buenos Aires, pero fundamentalmente, porque no era clara la política aerocomercial y en consecuencia, cuál debía ser su función nacional o regional o alternativa de Ezeiza en el Sistema Nacional de Aeropuertos".
Durante estas instancias de debate para definir el futuro del Aeroparque Metropolitano, la empresa concesionaria Aeropuertos Argentina 2000 presentó un proyecto para mudar las instalaciones a Ezeiza, como indicaba el contrato del concesión. Pero también hubo un proyecto alternativo, para dejar al Aeroparque en el actual emplazamiento. La segunda iniciativa no pasó los parámetros técnicos impuestos por la comisión de análisis técnico, sin embargo, en una polémica decisión el Organismo del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) la incluyó como "posible con fuertes regulaciones" en un documento final, que luego fue objetado judicialmente. Luego, la empresa hizo fuertes inversiones para reciclar la vieja estructura del Aeroparque Jorge Newbery y del tema no se discutió más hasta los anuncios de Kirchner e Ibarra.
Mediante su pedido de informes, el legislador macrista quiere respuestas sobre los estudios que sostienen el proyecto a implementar; si el Gobierno de la Ciudad ha realizado un estudio integral sobre el funcionamiento del sistema de transporte del eje Aeroparque-Puerto de Buenos Aires-Terminales Ferroviarias y de ómnibus de larga distancia de Retiro, y si se cuenta con un estudio de impacto ambiental actualizado de la zona.
También quiere saber si el Poder Ejecutivo ha solicitado opinión a Coordinación del Plan Estratégico sobre las obras a realizar y, en caso afirmativo, cuál fue la respuesta obtenida; y si el Poder Ejecutivo ha contado con asesoramiento de expertos nacionales o internacionales para ejecutar el proyecto y en ese caso quienes realizaron el mismo.
"La propuesta de construir túneles vehiculares en una zona seriamente afectada por las sudestadas y crecientes del río y que no se proponga su control o una solución a la desembocadura del Arroyo Maldonado, muestra la falta de una visión integradora del proyecto", sentenció Lynch.
"¿Cuál es el presupuesto total de las obras a ejecutar? ¿Cuál es el monto a aportar por la Ciudad de Buenos Aires del total del presupuesto y de que manera se financiará? ¿Cuál es el plazo fijado para realizar las obras? ¿En qué condiciones de dominio se encuentran las tierras afectadas al emprendimiento? ¿Por qué método se licitarán las obras y como se establecerán los avales de las empresas contratistas?", son las preguntas que, además Lynch le hace al Gobierno de la Ciudad.
Lynch no es el único preocupado por el destino del Aeroparque. Inmediatamente después de las obras anunciadas por el jefe de Gobierno de la Ciudad y el Presidente, la Fundación Ciudad realizó públicamente sus objeciones a las reformas del Aeroparque, en tanto que la presidenta del bloque Compromiso para el Cambio, Gabriela Michetti, también presentó un pedido de informes.