Los veranitos de Buenos Aires tienen ese que se yo, viste. Lejos de ser una sensación, cada vez más, los porteños padecen la llegada del verano cuando la ciudad parece a punto de derretirse. Y la explicación es que la city se está volviendo tropical sin estar en el Caribe ni mucho menos. ?Buenos Aires va rumbo a una inexorable tropicalización?, concluyeron el Ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, junto al Doctor Osvaldo Canziani, presidente ad honorem del Consejo Asesor de la Agencia de Protección Ambiental (APRA) y premio Nobel de la Paz por sus investigaciones sobre Cambio Climático en 2007. Canziani había hablado de este fenómeno y del corrimiento de lo que el denomina ?frontera climática? hacia el sur del continente hace 7 años, cuando el Dengue había hecho foco en la ciudad de Rosario. La advertencia en ese entonces pasó de largo. Ahora, el diagnóstico de Canziani para el futuro es alarmante: ?Las consecuencias del Cambio Climático en la Ciudad irán incrementándose en los próximos años y la tropicalización será más acentuada, lo que producirá una mayor probabilidad de que se produzcan enfermedades por el calor porque también se ha ampliado el hábitat de insectos que transmiten enfermedades tropicales”, sentenció. La realidad es innegable y en Buenos Aires, Santilli describió que ?al Cambio Climático lo sentimos cada vez más. Las temperaturas mínimas han ido en aumento y esto nos lleva a un proceso de tropicalización que ya está instalado en nuestra Ciudad. Lamentablemente esto es inexorable e irreversible?, aclaró por si quedara lugar a dudas. Gonzalo Girolami, ex Greenpeace y actualmente en funciones en la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad le dijo a Noticias Urbanas que la Ciudad se encuentra ?trabajando en distintas estrategias para adaptar la infraestructura urbana a los eventos meteorológicos extremos vinculados con el Cambio Climático?. En ese sentido, ya se firmó una resolución destinada a tomar medidas con la idea de mitigar los efectos que produce la tropicalización. En la misma línea, el Ministro destacó las acciones que se llevaron a cabo en los últimos tiempos para contrarrestar al Cambio Climático: ?Hemos instalados muros verdes en autopistas y terrazas verdes en edificios públicos, que amortiguan la amplitud térmica. En ese sentido también se incluye la plantación de árboles en los corredores de la biodiversidad y en la vera del Riachuelo. También este efecto produce tormentas mucho más fuertes por lo que la Ciudad invirtió fuertemente en mejorar su red pluvial con obras como las del Arroyo Maldonado con el objetivo de evitar un 75 por ciento de las inundaciones que sufríamos antes?. Entre las medidas sugeridas por el Ministerio de Ambiente y Espacio Público se pide que los aires acondicionados se coloquen a no menos de 25 grados para evitar mayor consumo energético. Esta indicación va acompañada por otra que dio resultados positivos en países donde ya fue aplicada: Evitar el uso de corbata y saco en toda la administración pública de la Ciudad y sugerir que la misma medida sea adoptada hasta al menos el 1 de marzo en bancos, oficinas y dependencias nacionales. ?Se libera a los funcionarios y empleados públicos de la obligación de ir con corbata al trabajo durante el verano y se invita al resto del Gobierno de la Ciudad, a empresas y organizaciones a sumarse a la iniciativa que permitirá, según lo demuestran numerosas experiencias internacionales y recomendaciones de expertos, ahorrar energía al mantener el aire acondicionado a temperaturas superiores a los 24 grados?, pormenorizó Girolami y explicó a NU que la tendencia conocida como ?cool biz?, se inició en Japón en 2005. ?Basado en los resultados, la reducción estimada del dióxido de carbono en Japón fue de alrededor de 460.000 toneladas-CO2, que equivale a la cantidad de CO2 emitido por aproximadamente un millón de hogares durante un mes?, justificó. Entre las disposiciones, también se prohibirán las actividades oficiales u actos desde las 11 a las 15, horarios de mayor temperatura. ?La estrategia de Buenos Aires de adaptación al Cambio Climático comprende una serie de medidas que apuntan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes y a minimizar los efectos de este fenómeno global. Entre estas, se destacan la ampliación y protección de espacios verdes y vegetación, una red de monitoreo meteorológico permanente, obras para la amortiguación de inundaciones y la recuperación del camino de la ribera de la Cuenca Matanza-Riachuelo?, abunda Girloami consultado por NU y recuerda que para mitigar el efecto conocido como ?isla de calor?, muy intenso en las zonas céntricas con poco arbolado, el GCBA ha instalado y fomentado la instalación de cubiertas verdes. Estos muros y techos cubiertos con vegetación ?como el de la Escuela N°6 D.E. 1 ?French y Beruti?- amortiguan la amplitud térmica de los edificios, reducen las pérdidas de calor en invierno y de frío en verano y permiten la captura de agua de lluvia. ?A esta acción se suman las medidas para incrementar y proteger el arbolado de la Ciudad, el diseño de Corredores Verdes y una serie de proyectos urbanísticos ambientales que respetan los conceptos de arquitectura y diseño sustentable?. No hay que olvidar que, con el aumento de la temperatura viene encadenada la ampliación del hábitat de insectos. Es el caso, por ejemplo, de los mosquitos transmisores del dengue. Las campañas de fumigación han arrojado resultados importantes: lograron una reducción del 70% de casos detectados previamente en la Ciudad según se informó a este medio. Otra de las consecuencias más importantes del Cambio Climático son las fuertes lluvias y tormentas que aumentarán en los próximos años. ?Con el objetivo de mejorar el sistema de drenaje pluvial, se enmarca el desarrollo de dos nuevos canales aliviadores para el Arroyo Maldonado, con el objetivo de evitar así el 75% de las inundaciones que han complicado a la Ciudad en los últimos años. En el mismo sentido se ubica la relocalización de los vecinos asentados sobre el borde costero del Riachuelo, que de aumentar las lluvias se hubieran visto afectados por fuertes inundaciones en los próximos años?, enumera Girolami. ?Frente a estos cambios que ya han comenzado a sentirse, es fundamental la previsión. Este concepto llevó al GCBA a desarrollar una red de alertas meteorológicas, operada por Defensa Civil y que cuenta con 8 estaciones?, señalan desde el ministerio. Esta red se ve complementada con la Red de Torres de Monitoreo Inteligentes (TMI) de la Agencia de Protección Ambiental. Sus mediciones permiten diseñar un mapeo de precipitaciones y otras variables climáticas para mejorar el sistema de alerta. Contemplado todo este panorama, Santilli concluyó: ?Llegó la hora de hacer algo. Por eso, decidimos recomendar estas medidas que ayudarán mucho a combatir las altas temperaturas que estamos sufriendo y a cuidar nuestro Medio Ambiente. Reitero que estamos en un proceso irreversible de tropicalización y decidimos tomar cartas en el asunto ya mismo?.
29 January, 2012 | 0:00