Los Centros de Gestión y Participación son a la vez el esqueleto de la futura descentralización administrativa y los desechos de esa misma descentralización, que debería haberse producido en el año 2001 y que, ignorando el mandato de la Constitución, Aníbal Ibarra se negó a llevar a cabo en el año 2001.
Este es el presente de los Centros, que reciben a 200 mil vecinos que cada mes van en busca de soluciones para sus reclamos cotidianos. Daniel Siciliano, el subsecretario de Descentralizació Administrativa y responsable de los Centros, está convencido de que, en la descentralización futura "en primera instancia, se debería aprovechar la división territorial ya instalada que los Centros significan, pero sin fundamentalismo en cuanto al número de comunas".
El subsecretario está convencido de que "tenemos una más que aceptable recepción de las demandas vecinales", un rubro que no duda en adjudicar al mérito de los empleados del Gobierno, de quienes dice: "tengo la mejor de las opiniones". Sin embargo plantea que "con lo que no estoy del todo satisfecho es con la resolución de los reclamos que nuestros empleados reciben de los vecinos. Tenemos que lograr que las áreas centrales del Gobierno respondan más rápido".
Explica que en el año 2002 el Gobierno va a trabajar sobre tres ejes principales: la extensión de la red de subterráneos, la construcción de los reservorios para evitar las inundaciones y la decisión de desarrollar la zona sur de la Ciudad. Además, considera que el Gobierno debe seguir trabajando sobre las políticas de integración social, como las escuelas bilingües, el mejoramiento de la atención hospitalaria y los programas que está llevando adelante la Secretaría de Promoción Social.
En cuanto a los Centros de Gestión y Participación, para el 2002 Siciliano plantea la implementación incorporar a sus locales, filiales de la Mesa de Entradas, de Defensa del Consumidor y del Ente de Control de los Servicios Públicos.
En cuanto a algunos reclamos del personal de los Centros, Siciliano asegura que sigue recibiendo pedidos de transferencia de empleados, a pesar de que ya no existe el decreto que les aseguraba a los que eran transferidos a los CGP conservar los plus salariales que cobraban en su repartición anterior. También aseguró que se reúne habitualmente con los responsables del mantenimiento barrial, con el objeto "de darles las facilidades necesarias para que los CGP tengan todos los elementos que requiere su función".