Cuando se aborda la temática sobre los problemas habitacionales en la Ciudad de Buenos Aires, inmediatamente la Ley de Alquileres cobra protagonismo en los medios de comunicación. Sobre este punto, la asociación Inquilinos Agrupados (entre otras), realiza un fuerte uso en la lucha contra un sistema inmobiliario plenos de abusos.
Sin embargo, hay un conflicto habitacional aún más profundo y lacerante sobre el que poco se debate: las personas en situación de calle.
Su visibilización es indispensable para generar un debate social y político que desemboque en el diseño de políticas públicas que combatan el atropello a los derechos humanos que sufren quienes deben dormir a la intemperie después de haberlo perdido todo.
El último censo nacional realizado el 16 de mayo pasado fue el primero en la historia argentina que midió la cantidad de personas sin techo, arrojando que existen 2.962 personas en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires, lo que provocó que organizaciones sociales realizaran una movilización en la puerta del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Entre ellas se contó Proyecto 7, una asociación civil dedicada al abordaje ya la defensa de los derechos de la población de los sin techo. Su fundador, Horacio Ávila, detalló a Noticias Urbanas que un mes previo al censo, mantuvo una reunión con Marco Lavagna, director del INDEC y su equipo, con el fin de presentarles la metodología de trabajo que mantiene para realizar censos de personas en situación de calle, ya que se dedican al tema desde hace 20 años.
“Proyecto 7 arrancó cuando la mayoría de nosotres estábamos en situación de calle, entre en 2001 y 2003”, contó Ávila, quien aclaró que también el Instituto hizo caso omiso a sus recomendaciones.
“En esa reunión previa, les dijimos que lo que estaban por hacer era equivocado, que así no iban a conseguir un resultado real. Nos ofrecimos a ser parte de esa acción específica, pero eligieron hacerlo mal”, relató Horacio. Con “mal”, se refería a censar “de manera nocturna, en muy pocas horas, con poco personal ya través de móviles, mayoritariamente”.
Según el referente social, no se puede censar a la gente en situación de calle de esa manera, sino que debe hacerse “a pie” ya que muchas de “esas personas de noche se resguardan, ya sea por el clima, los peligros de la calle, las fuerzas represivas o porque buscan un poco de intimidad para poder descansar. Todo eso se lo dijimos a Lavagna, pero no escucharon”.
Precisamente, el censo se realizó durante una sola jornada, entre las 18 y las 2 de la madrugada, con un equipo de 300 personas y no se censaron las personas que en esa fría noche la pasaron en refugios y paradores.
Tras el reclamo en las puertas del INDEC posterior a la publicación de las cifras del censo, Ávila aseguró que “desde el Instituto dijeron que se trataron de números preliminares y no definitivos” y que se comprometieron a rever los números aportados, “aunque no hubo una propuesta concreta. Hay ahí mucha soberbia, también”.
“La persona que nos atendió nos dijo que al INDEC no se le discute. No quedó otra que recurrir a la Justicia e impugnar los datos”, concluyó con indignación el entrevistado”.
Cuanta gente duerme en la calle
Las cifras de personas obtenidas se encuentran en situación de calle no son exactas. Sin embargo, una tasa de pobreza del 43% y de indigencia del 8% a nivel nacional revelan que la cifra arrojada por el INDEC es irrisoria.
“No les puede dar como resultado jamás que la gente residiendo en la vía pública sean 3000 personas en todo el país, y que haya provincias que no tengan personas en situación de calle”, sentenció Ávila, quien agregó que “sólo ese 8% de indigencia significa un poco más de 4 millones de personas”.
“Los números son muy políticos. En mayo, al INDEC en CABA le daba que había 903 personas en la calle. Al mes siguiente, al Gobierno de la Ciudad le dio en su censo que había 2548 personas. Realmente hicieron todo mal”, comparó el referente de Proyecto 7.
Sucede que el Ejecutivo porteño sí tuvo en cuenta a las 1.605 personas alojadas en paradores.
En el año 2019, Proyecto 7, junto a unas 40 organizaciones sociales y órganos del Poder Ejecutivo realizaron el segundo (y último, hasta el momento) censo popular que arrojó que sólo en la Ciudad había 7251 personas en situación de calle. Para este trabajo, fueron necesarios 300 voluntarios y voluntarias que recorrieron a pie la vía pública durante tres días.
Registraron incluso 1244 en Mar del Plata, 1044 en Lomas de Zamora y “más de mil en la ciudad de Rosario. Y ahí ya tenés más de 10 mil personas, mucho más de lo que mide el INDEC”, apuntó Ávila, que pensó que “en ese año tenía un 30% de pobreza y no había sucedido aún la pandemia”.
“Hoy calculamos que hay un 30% más de personas en situación de calle. Esto se lo llevamos al INDEC impreso, para que vean los números, la metodología, para que se entienda que se puede hacer de otra manera y se puede hacer bien. Pero no se le atribuye”.
Sobre Proyecto 7
Proyecto 7 realiza actividades diversas destinadas al abordaje de la problemática de personas que viven en la vía pública desde una perspectiva integral, multidisciplinaria y colectiva. Para esto cuenta con Centros de Integración destinados a diversas poblaciones específicas.
En abril del 2011, Proyecto 7 había construido un convenio con el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para asumir la gestión del entonces denominado Hogar Monteagudo (hoy Centro de Integración Monteagudo), situado en el barrio de Parque Patricios y gestionado hasta ese momento por el Servicio Inter Parroquial de Ayuda Mutua (SIPAM).
En el Centro habitan 120 varones adultos en situación de calle y muchos otros circulan cotidianamente para bañarse y/o comer. El Centro funciona durante las 24 horas, los 365 días del año y allí se sirven cuatro comidas diarias, hay duchas con agua caliente en las 24 horas, además de ropería y lavadero.
Desde hace años, Proyecto 7 y No Tan Distintas, que agrupa a mujeres en situación de vulnerabilidad social (aunque actualmente ya no se desempeñan mancomunadamente), junto a profesionales que conocen la problemática, comenzaron a planificar el Centro Frida, recuperando la modalidad del Centro de Integración de Monteagudo, pero destinado a mujeres.
Finalmente, en julio del 2015, mediante un convenio con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se inauguró el Centro de Integración Frida, que cuenta con 45 camas disponibles para que habiten mujeres cis y trans con o sin niños/as a cargo. La institución funciona 24 horas todos los días del año y se propone llevar adelante un trabajo multidisciplinario junto a las mujeres que allí viven.
Al respecto, Ávila declaró:
“La población travesti-trans siempre existió en la calle, quizás menos visibilizada. Por eso nosotres nos aggiornamos a las realidades que va marcando la población. Es muy importante pensar en los subgrupos como formas de un abordaje integral real y atender las características y necesidades de cada uno”.
Finalmente, el Centro de Integración Complementario Ernesto “Che” Guevara es un espacio producto de convenio con la SEDRONAR para gestionar nuestra primera Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC). Se trata de un espacio de día para trabajar consumos problemáticos y para fomentar la productividad y creatividad de las personas en situación de calle.
Consultado por NU sobre la asistencia del Estado en este trabajo a pulmón, Ávila cerró con una reflexión: “No podemos seguir abriendo comedores y centros indiscriminadamente, lo que tenemos que lograr es que la gente pueda acceder a su propia alimentación con trabajos dignos. Necesitamos que haya una reactivación económica y que el Estado atienda a las causas y no a las consecuencias. No alcanza con un Estado asistencialista, que envíe viandas de comida, porque sino nos estamos quedando en una aceptación de la consecuencia como una cuestión natural. Es necesario con urgencia atacar las causas de la desigualdad social”.