La justicia federal deberá fallar acerca de la actitud del fiscal José María Campagnoli, porque podría haber decidido investigar de oficio al empresario Lázaro Báez y a todo su entorno a causa de la relación que mantiene su hermana, Marcela Campagnoli, con la principal denunciante contra el empresario santacruceño, Elisa Carrió.
También en la resolución de la Cámara del Crimen figura la orden a la jueza María Gabriela Lanza, que deberá explicar las razones por las cuales es competente para seguir investigando en paralelo un expediente casi idéntico al que se tramita en el fuero federal.
El nexo que de Campagnoli con Carrió es la hermana del fiscal, Marcela, que fue concejal de la Coalición Cívica y es una de las amigas más cercanas de la chaqueña, que encabeza la lista de UNEN en Capital. La demostración del vínculo ahora engrosará el expediente de casi 9000 fojas, la presentaron los abogados Fernando Pinto y Hernán Del Gaizo –representantes del directorio de SGI– es la candidatura de Marcela Campagnoli a intendente de Pilar, partido en el que fue concejal y es actualmente presidenta del partido de la Coalición Cívica, que lideró en el orden nacional la blonda diputada chaqueña. El referente político de la hermana del fiscal es el dirigente de la CC Héctor “Toty” Flores.
Otra de las pruebas que presentaron los abogados de la empresa es una foto publicada en el diario Clarín del 11 de agosto último, en la que se puede ver, en la jornada previa a las elecciones. El epígrafe de la foto dice: “Mujeres. Elisa Carrió, ayer, con sus amigas Marcela Campagnoli y Amelia Lacerca” y muestra como fondo el parque de una casa en Pilar. Si la presentación de las defensas fuera exitosa, podrían demostrar la existencia de una supuesta extorsión contra el financista Federico Elaskar, que culminaría con la nulidad de todo lo actuado hasta el momento.
El miércoles pasado, la Sala V de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional porteña hizo lugar a un recurso en queja de los defensores por “gravedad institucional” ante “una evidente confabulación, entre otros, del fiscal recusado, su hermana Marcela Campagnoli y la diputada nacional Elisa Carrió”.
Según esta interpretación, el fiscal “se prestó a llevar adelante, desde la función pública y desorbitando todas las leyes que gobiernan el proceso, una persecución penal que sabe ilegal y en la que nunca pudo haber intervenido”. Los letrados plantearon que la intervención de Campagnoli en el expediente forma parte de “una campaña orquestada por el grupo económico Clarín, que ejecutada por Jorge Lanata y por Carrió con la colaboración del fiscal”, busca influir en el resultado de las elecciones nacionales.
