Con el objetivo de destacar dónde la propaganda gráfica política se convierte en una infracción y provoca la suciedad en la Ciudad, la Universidad Austral realizó un relevamiento que documentó en qué lugares y fechas prohibidas fueron colocados los distintos afiches y calcomanías de los partidos.
El informe está a cargo de Arturo Fitz Herbert, que es profesor e investigador de Comunicación Política, en la Escuela de Posgrados en Comunicación y en la Facultad de la Comunicación de la entidad. En este caso, Fitz planteó que “desde la aparición de las PASO, todos los partidos políticos tienen un acceso considerable a la radio y la televisión para difundir sus spots. Además, las redes sociales permiten formas de comunicación muchos-a-muchos muy baratas. Si estas herramientas están al alcance de todos los políticos, ¿para qué ensuciar nuestras calles y plazas?”
Se encontraron afiches en contenedores de basura, puestos diarios, vidrieras de subte, rejas callejeras o paredes de bancos; calcomanías en postes de luz, paradas de colectivos o medidores de servicios, como también pintadas en postes de maderas. Todo esto fue chequeado en un recorrido central, el más transitado de la Ciudad, que abarca unos 96 kilómetros.
Este informe denominado “Campaña Basura” contiene un ranking con los candidatos más “sucios” del distrito al que quieren representar y está conformado por un dossier de 118 páginas que combina imágenes, normativas y conclusiones.
En primer lugar, se encuentra el candidato de Evolución, Martín Lousteau, quien cosechó la mayor parte de infracciones (34,3%), las cuales fueron detectadas entre el 21 de junio y el 11 de agosto.
Cabe destacar que el nombre de la investigación se da porque “la pegatina en cualquier parte genera basura y ensucia, con lo cual el empeora la calidad de vida de los ciudadanos, quienes además pagan con sus impuestos para mantener la limpieza del espacio público”, considera el documento al comienzo.
Sin embargo, las faltas se dividen entre los que pegan afiches, calcomanías o hacen pintadas en lugares prohibidos; y los que lo hicieron en sitios permitidos pero antes de la fecha prevista por la ley electoral. En ambas partes, descolla Lousteau.
En la investigación, se hace referencia a que el exembajador de Estados Unidos desafió al oficialismo armando una lista “por fuera” cuando le negaron la interna. Por lo tanto, tuvo que instalarse de manera temprana, pese a que sea fuera de la ley. También se subrayó que una de las principales denuncias que hacía el economista era por los “gastos millonarios de la Ciudad en publicidad”, cuestión que terminó siendo contradictoria frente a las infracciones que cometió la propaganda gráfica suya.
Según la legislación, para las PASO del 13 de agosto la campaña para publicitar arrancaba el 14 de julio. Dentro de los espacios infractores en este sentido, Evolución (alianza cuyo corazón es la UCR porteña) lideró con el 40,1%. Lo siguieron la kirchnerista Unidad Porteña, el Frente de Izquierda e Izquierda al Frente.
En otra parte del informe, se encuentra la postulante a senadora bonaerense por Unidad Ciudadana y expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, con el 18,5 por ciento de las faltas. Si bien no formaba parte de la candidatura en la Ciudad, según indica la Universidad Austral, “la mayoría de los candidatos K buscó pegarse de entrada a la exmandataria”.
No obstante, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta no se echó para atrás: cientos de afiches del candidato de Evolución fueron cruzados por una faja de la Ciudad que decía “afiche en infracción”.
Además Fitz Herbert detalló que “quienes también se sumaron al escrache fueron las empresas de publicidad en la vía pública, con un explícito ‘este político roba’. Se referían al uso indebido de sus carteleras”.
En cuanto a la utilización geográfica del espacio público, también los más infractores fueron Lousteau y su Evolución. Aquí se concentraron las fotos de afiches (por lejos, el método más elegido para infringir) en contenedores de basura, puestos de diarios o cajas de electricidad. Todo prohibido por la ley 2.936/08.
En un apartado, el documento de la Universidad Austral explica las “situaciones curiosas” que detectaron en el relevamiento:
– “El submundo de los afiches ilegales. Quienes ‘viven’ de la práctica ilegal de pegar en cualquier lado, también se autopromocionan en esos mismos lugares”.
– “En cualquier parte. Ni los carteles de venta inmobiliaria, ni las rejas de los cordones se salvan de ser soporte de la pegatina política”.
– “La Gral. Paz fue de Cambiemos. El oficialismo se cuidó de no contaminar la ciudad, sin embargo copó la Gral. Paz con afiches, pasacalles y pintadas, más que cualquier otra agrupación política”.
– “Sin límites. A pesar de que varias carteleras publicitarias tienen rejas, quienes hacen “campaña sucia” logran pegar afiches más allá de las rejas”.
– “En los hospitales también. En el frente del hospital Argerich en La Boca, y en al lado de un cartel del Hospital Zubizarreta en Devoto”.
– “Políticos sin precandidaturas. Políticos que hicieron campaña, pero que no fueron precandidatos”.
– “¿El medio ambiente? ¿Había necesidad de dañar árboles con pintadas? Recurso utilizado por seguidores del pre-candidato Rafael Klejzer”.
– “La ‘calco’ es de izquierda. Casi el 80% de las calcomanías fueron del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, y el 20% restante de Izquierda al Frente por el Socialismo”.
– “Fajas y escraches. Algunos afiches tuvieron la faja de infracción del Gobierno de la Ciudad o el escrache de las empresas de publicidad en vía pública”.
– “Lousteau vs. Lousteau. Uno, dos y tres. Tres afiches del precandidato de Evolución que se tapan unos a otros. ¿Competencia entre militantes?”.
– “El oficialismo también. El gobierno de la Ciudad y de la Provincia también realizó campaña basura en la Capital Federal, a pesar de la responsabilidad que tiene, y de ser el que administra el presupuesto para luego limpiar el espacio público”.
Y por último, cierra con una serie de “consideraciones generales”:
1) El oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires ha cuidado de no contradecirse, haciendo en general un uso adecuado del espacio público. Sin embargo en los límites de la Ciudad sí ha realizado campaña basura aunque aludiendo a la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
2) Algunos referente políticos aprovecharon el período electoral para exponerse públicamente, por más que luego no fueron precandidatos de una fuerza política. Este grupo de políticos representó el 8.1%.
3) La existencia de barreras físicas y legislación regulatoria sobre la utilización del espacio físico no alcanzó para frenar la campaña basura. Pareciera ser necesario algún otro tipo de sanción o restricción para frenar esta práctica.
4) Pareciera que los precandidatos y los partidos políticos que promovieron la campaña basura no percibieron consecuencias negativas por parte de la sociedad, ante esta práctica contraria al bien común.