“Dentro de un par de horas y hace 51 años, en el Hospital Alvear, nació este pibe. Aún el Alvear no era exclusivamente neuropsiquiátrico como ahora y el pibe parecía lo más normal”, posteaba con humor Gustavo Vera en su cuenta de Facebook, cuando asomaba el 24 de marzo. Como ilustración, una foto en sepia.
Sin duda, uno de los saludos salientes del día fue el del papa Francisco. La comunicación telefónica se dio a las 11.47 y, por el lapso de 12 minutos, contempló preguntas del sumo pontífice sobre la madre del legislador y precandidato a jefe de Gobierno por Bien Común, y también por el presente de la ONG La Alameda, que Vera encabeza desde hace años. Cuentan allegados al exmaestro que varios minutos de la charla se concentraron en la denuncia que Vera impulsó la semana pasada, hecha por Jorge Rodríguez, exasesor e investigador del Ministerio de Seguridad Nacional en tiempos de gestión de Nilda Garré, quien detectó 10 laboratorios productores de cocaína en la Villa 1-11-14 del Bajo Flores, protegidos por 300 hombres con armamento de guerra y preparación militar.
“Ojalá que estemos a tiempo de evitar la mexicanización de la Argentina”, fue la expresión de deseo de Francisco de hace un par de semanas, que recorrió el mundo, y que él mismo se encargó de traer a la conversación con Vera. Justamente, el excardenal de la Ciudad, recién vuelto de Nápoles, le contó a su amigo que en la cuna de la mafia de Italia, “si al pueblo se le habla claro, sabe cómo actuar”. Y le recordó que en ese momento medio millón de napolitanos lo vitorearon. “Es que la corrupción apesta, la sociedad corrupta apesta, como apesta un animal muerto”, contó, y mencionó que instó a aquella multitud, luego de la ovación, a que “reaccione con fuerza contra una organización que explota y corrompe a los jóvenes, a los pobres y frágiles, con el cínico comercio de la droga”. Algo similar hay que hacer en el país, pensó en voz alta Jorge Mario Bergoglio en la conversación telefónica. Vera asintió.
Otra de las preocupaciones del Papa, compartida con el líder de La Alameda, alude a la necesidad de transparencia de este año de comicios. Francisco agudizó la lectura, precisamente, después de que la Cámara Nacional Electoral advirtiera que si Randazzo se define finalmente como postulante del FpV para las PASO, no podrá manejar la Dirección Nacional Electoral y mucho menos el financiamiento en materia de urnas.
Así las cosas, de corrupción, narcotráfico y política cuentan que hablaron ese ratito Vera y Francisco. Se deslizó quizás también alguna mención al presente de San Lorenzo, club del que el Papa es fanático, y acaso de Atlanta, pasión de Vera. Pero eso no tiene tanta importancia ahora. Es que a lo mejor lo discuten pronto, cara a cara, cuando se vuelvan a ver. La promesa está.