Hubo polémica en el Congreso por la situación de la canciller Susana Malcorra, acusada de ocultar denuncias por abusos sexuales a menores por parte de Cascos Azules y, posteriormente, perseguir al funcionario que filtró la noticia, durante su gestión como jefa de Gabinete de Naciones Unidas.
El que llevó el tema a la sesión de este jueves fue el diputado kirchnerista Guillermo Carmona, quien propició la aprobación de un pedido de informes al Poder Ejecutivo que finalmente fue rechazado. Según el legislador, Macri podría haber nombrado a Malcorra como ministra de Relaciones Exteriores para blanquear su imagen e impulsarla luego como secretaria general de la ONU.
La polémica vino con la intervención de Elisa Carrió, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores. “Hubo un acuerdo entre algunos diputados de Cambiemos y del Frente para la Victoria para no hacerle una pregunta a la señora canciller (durante su presentación ante la Cámara de Diputados); y esto se hizo a espaldas de la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores”, denunció “Lilita” desde su banca.
“En 20 años no he participado de ningún acuerdo de silencio, ni cuando estaba en la Unión Cívica Radical ni en la Coalición Cívica”, subrayó molesta con sus compañeros de la alianza oficialista.
Luego, Carmona reconoció públicamente: “El diputado Álvaro González me llamó no sólo en representación del bloque Cambiemos sino en representación del Gobierno nacional y me dijo que había mucha preocupación por este tema”.
Entonces, reveló que no interrogó a Malcorra por este tema porque “la reunión era para discutir los lineamientos generales de la política exterior del Poder Ejecutivo” y “este pedido de informes no trata sobre los lineamientos de la política exterior”.
El debate terminó allí pero se espera que Carrió ponga el grito en el cielo por haber sido apartada de tales negociaciones.