En ese marco, Carrió anunció que no va a abrirse, explicó que su plan es privilegiar la “unidad” y afirmó: “Se aceptó un mecanismo así que ahora se acepta el resultado”.
El mecanismo que Carrió avaló y que consensuaron dentro de Pro consistió en medir a los dos postulantes. Si bien no se difundieron las encuestas que habrían favorecido a Macri, Larreta anunció hoy que la decisión se tomó tras un análisis minucioso, haciendo “estudios y analizando muy a conciencia los distintos perfiles y capacidades de los candidatos”.
A la hora de explicar esto, desde el entorno de Carrió explicaron que la intención de Lilita es la de “preservar la unidad de Juntos por el Cambio en todo el país y también en la Ciudad de Buenos Aires, porque la CC es parte de JxC y es socia fundadora, por eso es que se va a integrar a la alianza que lo lleva a Macri como candidato porteño”.
Respetar la unidad y los acuerdos es importante también para los propios intereses de la Coalición Cívica, que en las próximas elecciones debe renovar 7 de los 11 diputados nacionales que tiene en el Congreso de la Nación: dos son de la Ciudad de Buenos Aires, otro tanto de la provincia de Buenos Aires. Y el resto representan a Santa Fe, Córdoba y Catamarca.
La estrategia electoral apunta a un escenario para que, de mínima, el 10 de diciembre de 2023 el bloque cuente con el mismo número de legisladores; la aspiración de máxima es ampliar lo más que se puede la presencia en la Cámara de Diputados.
Para esto es esencial que se respeten los acuerdos en el armado de las listas. Mucho más en provincia de Buenos Aires, que es el distrito que más legisladores aporta teniendo en cuenta la intención de los “lilitos” de incrementar su participación en la Cámara Baja.
Es aquí donde Lilita apela a la Unidad y hace referencia a ese “ultimo llamado”, porque entiende que no hay más margen para peleas internas dentro de la coalición opositora y porque avisa que el Pro no puede volver a ese rol de copar los lugares tanto en la Ciudad como en la provincia.