El Caso D’Alessio sigue generando repercusiones en el Poder Judicial. El exjuez Carlos Rozanski difundió audios que mostrarían la supuesta presión de parte del Gobierno nacional para apartarlo de su cargo, lo que se concretó con su renuncia en 2016. Desde el Ministerio de Justicia aclararon que “no hay nada irregular” en la reunión que mantuvieron el ministro Germán Garavano y el entonces magistrado platense.
En la presentación, Rozanski apunta a un encuentro que mantuvo en octubre de 2016, un día antes de presentar su renuncia, con el ministro Germán Garavano y el exmagistrado y consejero de la magistratura Luis María Cabral por una denuncia en su contra que realizó María Verónica Micelli, una secretaria letrada del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1, donde ejercía como juez.
La denuncia la hizo ante el juez Alejo Ramos Padilla, ya que quedó involucrado en la causa radicada en Dolores por el testimonio de Giselle Robles, la ex abogada de Leonardo Fariña, como uno de los jueces cuyo desplazamiento garantizaba el ministro Garavano.
Fuentes del Ministerio de Justicia aclararon a Perfil que en la reunión que mantuvieron Garavano y Rozansky “no hay nada irregular” ya que “el ex juez fue voluntariamente a presentar la renuncia, a una reunión que pidió él a través de Smukler, su amigo personal”.
“Nadie lo obligó a renunciar”, dijeron, sino que el mismo Rozansky afirmó que “para irme quiero esto”.
“La jubilación no estaba en duda, salvo para alguien que no entiende derecho. El beneficio previsional se logra con aportes. No hay sanción sobre el beneficio. Si cometió un ilícito debe responder con su patrimonio, no perder su jubilación”, completaron.