El ocasional cliente no percibía nada fuera de la común. Llegaba, pedía cargar dinero en su tarjeta SUBE y seguía su camino. Pero en estos locales apuntados por la investigación policial, la operación se hacía de forma no convencional, ya que se empleaban posnets conectados a notebooks y ticketeadoras que no eran las oficiales.
Estos elementos realizaban la lectura de las tarjetas y acreditaban el valor requerido, pero no reportaban la operación a la empresa, generando con ello un perjuicio económico tanto para la proveedora del servicio como para el Estado Nacional. En definitiva, con este dispositivo los delincuentes se quedaban con la plata cargada.
Personal policial frecuentó los negocios -tres en la Ciudad y uno en Laferrere- haciéndose pasar por clientes, logrando detectar la irregularidad. Tras una serie de allanamientos, fue detenido el cabecilla de la banda y fueron identificados los titulares de los comercios. Además fueron incautadas computadoras, impresoras de tickets, posnets, lectoras de tarjeta, y más de 150 tarjetas SUBE.
En las tareas de investigación intervinieron efectivos de la División Delitos Tecnológicos de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Federal. La causa quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Número 9.