El Servicio de Zooterapia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires trabaja desde hace más de un año en el Parque Roca para mejorar la salud de 250 chicos que padecen problemas mentales y psicomotrices. Pero el programa, que por sus características es único en toda Latinoamérica, entró en crisis debido a las promesas incumplidas y los recortes presupuestarios.
La coordinadora de esta iniciativa, Elsa Szwarcman, denunció hace 20 días en el programa "Magdalena Tempranísimo" -que se emite por Radio Mitre-, que tiene que utilizar su teléfono celular y su vehículo para trasladar a los pacientes porque las camionetas están rotas. También en aquella entrevista había informado que el servicio funciona con dos trabajadores provenientes de distintas áreas, un empleado contratado y dos profesionales que todavía no reciben ningún tipo de retribución, pese a las reiteradas promesas de efectivización del personal que ella tiene a su cargo.
Luego de esta primera aparición pública, el secretario de Salud de la Ciudad, Alfredo Stern, se entrevistó con Szwarcman y con funcionarios del área de Salud Mental, pero los resultados no fueron los esperados por la coordinadota de zooterapia.
"La respuesta concretamente fue que había que esperar -dijo Szwarcman este miércoles nuevamente en Magdalena Tempranísimo- y que me iban a mandar una persona capacitada de otra dependencia para elaborar un informe que evalúe cómo trabajábamos. Pero yo había llevado a esa reunión una carpeta de más de 60 hojas, un video con las sesiones explicando todo. En síntesis, todavía no tenemos ni noticias de los nombramientos y creo que no los vamos a tener tampoco porque, por ejemplo, aún no ha llegado la gente que tenía que venir a hacernos el informe".
La coordinadora del servicio de salud también manifestó que "el tema son estos profesionales, que realmente hicieron todo lo posible, llegar al Parque Roca, dejar sus cosas personales, están muy comprometidos con su tarea, pero esta semana me dijeron: `Mirá, no podemos seguir esperando´. Hace casi un año que están esperando el contrato".
"El otro día, por esas casualidades de ir pidiendo cosas para el servicio, me encuentro en la oficina de un funcionario, no importa el nombre, donde escucho que así, muy suelto de cuerpo, le dice a uno de los funcionarios a quien yo le estoy pidiendo: `Necesito que me mandés tres contratitos para tres profesionales´. Yo me sentí la reina de las idiotas, porque realmente, ¿qué le están diciendo a mi gente? Les están prometiendo desde hace casi un año y no pasa nada, me dicen que es una cuestión de burocracia, dependemos del informe de alguien que nunca vino", sostuvo Szwarcman.
ÚNICO EN LATINOAMÉRICA
"Le dije a Stern que no hay mejor evaluación que ver las referencias que tenemos en Internet, nuestro nombre figura en un montón de países", manifestó la coordinadora del Servicio de Zooterapia del Gobierno de la Ciudad. Agregó que "lo ridículo de todo esto es que estamos asesorando a diferentes profesionales de diferentes países, algunos limítrofes y otros no. O sea que en el tema de que me evalúen yo no tengo ningún inconveniente, que consulten por Internet , menos todavía, pero una vez más nos colocaron dos lomas de burro"
Además de los trabajadores -un fisioterapeuta, una fonoaudióloga, un profesor de educación física, una cuidadora de perros y dos profesionales de carrera hospitalaria-, el staff está compuesto por catorce perros adiestrados, que están entrenados para traccionar sillas de ruedas, dándole al paciente sensación de seguridad y de autocontrol. Los animales también están entrenados para detectar precozmente ataques epilépticos, ya que perciben el aura epiléptico que no es visible al ojo humano, pero sí puede ser detectado por los perros porque hay una descarga de adrenalina.
Sin embargo, dos de los empleados que no tenían retribución debieron abandonar sus tareas porque no pudieron seguir manteniendo los gastos de su servicio.
En tanto, el programa que dirige Szwarcman está colaborando con el Instituto Pasteur y con otros centros de protección de animales en el adiestramiento de perros que luego trabajarán en zooterapia. Para ello, primero se hace una preselección de los cachorros, donde se priorizan ciertas razas, como el Golden, el Labrador, los Boyeros, porque son más fáciles de entrenar. Luego se les realiza un test Campbell, que les permite saber qué personalidad tiene cada perro. Una vez elegida la función para la cual se lo utilizará, por ejemplo, la detección precoz de un ataque epiléptico, se lo capacita en este sentido.