Dentro del espectro de nuevas voces que encaran con seriedad el tango está Mariano Montes. Antes de su debut en el Margarita Xirgu, hablamos con él sobre el universo del 2×4.
?¿Cómo surge esta posibilidad del Margarita Xirgu?
?Durante 2010 hicimos la primera presentación del adelanto de mi segundo material discográfico, en la sala principal del Maipo, a la que concurrieron 500 personas. Uno de los productores del Xirgu vio la siguiente presentación que hicimos en el Alvear y me hizo la propuesta de este ciclo en febrero.
?¿Cómo llegaste al tango? ¿Fue el primer género que encaraste en tu carrera?
?Al tango llegué recién hace tres años, luego de haber transitado diversos géneros y expresiones artísticas. Como solista en el género estoy desde 2009. Vengo del blues, el country, el rock y toda esa vertiente.
?Tengo entendido que también hiciste teatro. ¿Lo tomás como una herramienta interpretativa más?
?Totalmente. La actuación completa escénicamente y en la interpretación la realidad que quiero volcar en las presentaciones. El quedarse ?durito? delante del escenario no ayuda, no transmite. No es mi manera pero acepto que otra gente lo prefiera así, sobre todo en este género.
?¿Cómo es la selección del repertorio?
?Mi propuesta tiene que ver con el tango actual, la Buenos Aires que nos toca hoy, con personajes que se reciclan, pero con vivencias que se repiten todo el tiempo. Con el repertorio se hace complicado. Es la etapa que requiere de mayor dedicación a nivel tiempo porque hay piezas bellísimas y uno quiere que estén todas, lo cual es imposible. Entonces, tratamos de hacer una selección basada en la poesía, que te cierre con las melodías así como integrar los tangos nuevos que tenemos. Tratamos de lograr un equilibrio entre los tangos del 40, del 50, que no pueden faltar, y los más nuevos, que queremos empezar a difundir y meter, de a poco, en el inconsciente colectivo de la gente.
?Hay quienes dicen que no hay letristas nuevos y que se cantan siempre los mismos tangos.
?Exactamente. En realidad, hay muchísimos letristas y compositores nuevos pero no se les da el espacio y la difusión que sí tienen los tangos clásicos. Y más allá de que estos sean ?indiscutibles?, hay una resistencia a abrir la cabeza a nuevas obras que puedan surgir, que tengan que ver con la Buenos Aires actual. Nosotros tenemos una frase, en el programa, con la cual me siento muy identificado, que dice ?El tango es lo que es Buenos Aires y será lo que Buenos Aires sea?. Lo que me pasa a mí con el tango está alineado a este concepto.
?Hoy por hoy, ¿el tango es for export?
?Hoy mucha gente lo concibe como un género for export o sólo a través de la danza. La inserción del tango en el mundo es de esta manera. Un poco la idea es también salir de esos clichés. En el repertorio incluimos una versión de ?El último café? en italiano. La idea es llevar la poesía al resto del mundo. Que no se pierdan estos autores que son tan ricos en la historia del tango y que valen la pena, no sólo para nosotros, sino para que aquel que se acerca a través de la danza, los descubra. Que vaya más allá de la danza en sí. La poesía no está tan difundida y el mensaje del tango, en letras, no está entendido.
?Al tango le falta lo que le pasó al folclore, con la difusión y la apertura?
?Le falta unión, de espacio común a lo que hace a una lógica de medios de comunicación para difundirlos, y de espacio físico para mostrarlos. Hay muchas aristas y propuestas pero depende del artista la creación de esos espacios que no están abiertos, tanto en los medios como en la discusión en general. Fijate que el espacio que se le dio al tango en el Festejo del Bicentenario fue casi marginal, mínimo. Igual, no es la idea quejarse ni nada. Hay que tener una actitud positiva. Estos ciclos nos motivan para seguir generando espacios. Los que estamos en la misma tenemos que unirnos y tratar de abrir nuevas fuentes. Al tango le pasa un poco como al jazz, esa cosa medio elitista, de no dejar entrar a cualquiera. Ahí está el prejuicio que también pasa con el teatro. Creo que el tango tiene que abrirse a un target más ?apto para todo público?. Que todos puedan disfrutarlo, con un equilibrio en los tangos que se presentan en el repertorio y que los arreglos sean frescos o novedosos, como lo que intentamos proponer. Los clásicos tienen arreglos que los sacan de aquellos que se escucharon en los discos de pasta.
?Sacando a Ardit y a un par más, que tienen un laburo con la voz, ¿cómo sentís que haya una generalidad que, tomando la impronta del último Goyeneche, haya construido una carrera?
?Creo que hay que rescatar a la gente que tiene un compromiso y realmente entiende qué significa el tango, no sólo para la Argentina sino para el resto del mundo. La manera en que te comprometas con lo que estás haciendo redunda en un resultado concreto. En mi caso, como en el de otros colegas, que trabajamos por el tango de manera comprometida, con un laburo impresionante tanto de investigación como de estudio, respetamos las raíces del tango. Goyeneche es un indiscutible del tango, que tuvo varias etapas y la última no es de las más felices. La gente que decide que tener como referente a determinada figura, depende del compromiso con que encaren esa veta, será discutible o no. Yo respeto a los músicos que se esfuerzan por revalorizar el tango y no hacer una caricatura de ellos, porque esto último es lo que irrita y molesta. Es una cuestión de idea y compromiso y es una cuestión netamente personal. Reniego de las caricaturas que se hacen de los grandes de la música popular. El último Goyeneche era lo último disfrutable de semejante figura. Eran las últimas gotitas de un buen vino. Pero no es como para tomarlo como medida artística. Esto no pasa con el Polaco solamente sino con muchos cantores que tuvieron su etapa de gloria y después el desgaste hizo mella.