Buenos Aires tuvo -al igual que otros puntos del país- una semana bien santa. La capacidad hotelera, especialmente los tres y cuatro estrellas, fueron colmados por los visitantes. En el sector superior (los 5) como en los niveles inferiores (los 1 y 2 estrellas) se verificó también un considerable aumento en el alojamiento, pero no llegaron al cartel de "no hay más habitaciones".
En total se calcula que arribaron a Buenos Aires alrededor de 300.000 turistas. De este total, casi 150.000 pasajeros llegaron a la terminal de Retiro, Buquebus trajo a 12.000 orientales de la otra orilla, los diferentes vuelos transportaron 29.000 personas hacia Ezeiza y 25.000 hacia el Aeroparque Jorge Newbery, mientras que desde los diferentes accesos a la ciudad (por autopistas) ingresaron 130.000 vehículos.
Según Purciarello, en el sector hotelero "las zonas más beneficiadas fueron las comprendidas desde el casco histórico hasta Callao", mientras que "los paseos más frecuentados fueron San Telmo, la Boca, Avenida de Mayo y el cementerio de la Recoleta, al que los turistas acudían a ver la tumba de Eva Perón".
En materia gastronómica, fue muy importante la cantidad de cubiertos servidos en Puerto Madero y también en el casco histórico.
El tiempo lluvioso impidió que los turistas realizaran actividades al aire libre y benefició -junto con el precio del dólar- a los shopping y restaurantes. Como novedad se registraron muchos alquileres de departamentos por los cinco días. Si bien Buenos Aires posees una alta oferta en ese rubro, hasta ahora no era muy frecuente esa operatoria.
Purciarello estimó que la cantidad de uruguayos que visitaron Buenos Aires durante la Semana Santa ronda los 15.000. Figuran a la cabeza de las estadísticas recabadas en este fin de semana largo. Los siguen los chilenos, con 5.000 visitantes y los brasileños, con 2.000. La sorpresa la constituyeron varios contingentes de paraguayos y bolivianos, que también se acercaron a la Capital Federal. Desde Europa, Estados Unidos y otros puntos del mundo arribaron a la ciudad más de mil personas.
El gasto promedio diario orilló los cien dólares per capita entre alojamiento, comida y compras, lo que dejó en el comercio porteño de los diferentes rubros una suma cercana, en total, de 30 millones de dólares, que no se puede comparar con cifras de años anteriores dada la disparidad cambiaria entre ambos momentos. El secretario Purciarello se mostró "conforme con la performance" pero "sin exitismo" ya que "todavía falta mucho". Sin embargo, manifestó que lo sucedido fue "un buen paso para el conjunto de los sectores que viven del turismo".
Desde otras provincias de nuestro país, llegaron a la Capìtal un 23% del interior de la provincia de Buenos Aires, un 15% de la Costa Atlántica, un 18 % de Córdoba, un 15% de Santa Fe y un 8% de Entre Ríos, paradójicamente los lugares más elegidos por los porteños para pasar estas minivacaciones.
La campaña de Vía Pública montada en Brasil y en Chile, tal como anunciara la semana pasada NOTICIAS URBANAS, seguirá por quince días más preparando el terreno para las vacaciones de invierno.