"Los dos temas centrales que se pusieron en debate son su condición de atea y su posición acerca de la despenalización del aborto", informó la senadora porteña Vilma Ibarra, respecto de Carmen Argibay, designada ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El debate en la Cámara Alta había comenzado al mediodía del miércoles en plena polémica por el cruce entre el secretario general de la Presidencia, Carlos Kunkel, y los senadores radicales, que amenazaban con no bajar al recinto si no se desagraviaba la figura de Raúl Alfonsin. Finalmente, hubo quórum, la sesión se desencadenó sin mayores sobresaltos y fue aprobado alrededor de las 20 el pliego de Argibay.
"Su prestigio jurídico y su idoneidad no está en debate", afirmó la senadora -en el programa "Mirá lo que te digo", que se emite por Radio Mitre-, quien no obstante admitió que hubo presiones de "ministros de provincias". La hermana del jefe de Gobierno de la Ciudad además indicó: "Nada en su currículum indica que se haya dedicado en su vida a convencer del ateísmo. La Constitución específicamente establece la libertad de culto, y la primer libertad es la negativa, la de no tener culto".
"Con respecto al tema del aborto hay que dejarlo muy claro -destacó Ibarra-. La doctora Argibay dijo que ella estaba a favor de la despenalización del aborto, y que esta era una posición personal. Quiere decir que en un país donde hay aproximadamente 400 mil abortos por año, dónde en la mortalidad materna casi el 40 por ciento de las muertes se producen por aborto hechos en condiciones deplorables, donde esto afecta generalmente la gente de bajo recursos, sobre todo a niñas y adolescentes, con la amenaza de una pena de prisión (…) a la mujer que consciente provoca su aborto (…) no se logró ni disuadir los abortos ni se consiguió evitar que mueran las madres".