Los candidatos a jefe de Gobierno de la Ciudad por Compromiso para el Cambio, Mauricio Macri, por Nueva Dirigencia, Gustavo Beliz y por la Unión Cívica Radical, Cristian Caram, opinaron este martes sobre las elecciones porteñas. Mientras que Macri dijo que no le importa cual será el día en que se realizarán, aunque expresó que "agosto podría ser una buena fecha", Caram y Beliz reafirmaron su voluntad de que se termine con las listas sábanas. Los radicales están divididos y en aprietos, Ibarra sufre con los obsequios legislativos entregados a los socialistas en las listas y la izquierda desperdiciaría nuevamente la oportunidad de unirse.
Los centros de campaña de Compromiso para el Cambio y de Fuerza Porteña intentan calmar sus ansiedad y postergan una prometida batería de difusión de las denuncias de unos contra otros, hasta más entrada la campaña electoral.
Pese a que en la mayoría de los sondeos el presidente de Boca Juniors estaba primero lejos, la última encuesta, realizada entre el 16 y el 20 de abril por Fara y Asociados -cuando aún se creía que los comicios se harían el 8 de junio y el Partido Justicialista no había oficializado a Alicia Pierini como su candidata-, lo mostró al jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, en la cúspide, seguido de cerca por Macri, por el candidato de Autodeterminación y Libertad, Luis Zamora, y por la candidata de Unión para Recrear Buenos Aires, Patricia Bullrich.
Pero los comicios porteños serán el 24 de agosto y sobran candidatos kirchneristas. Bielsa, por ejemplo, le habría pedido a Néstor Kirchner -quizás el próximo presidente- cargos para los legisladores porteños Guillermo Oliveri y Eduardo Valdes, y para su compañera de fórmula y presidenta de Consumidores Argentinos, Patricia Vaca Narvaja. Él por su parte, recibió la promesa de ocupar un sillón en la Corte Suprema de Justicia -en el supuesto caso de que se produzca algún recambio- y, de no ser así, podría ser ministro de Justicia de la Nación.
Beliz, en cambio, tiene -entre otras cosas- los ojos puestos en la banca del Senado que está peleando con el socialista Alfredo Bravo hace más de un año y medio. De obtener esta victoria, complicada porque la Procuración General de la Nación emitió un dictamen favorable al ex candidato a presidente por el Partido Socialista, este cargo lo mantendría ocupado por poco menos de cinco años.
La situación de los radicales no es menos complicada, debido a que la mayoría de los funcionarios de este signo político quiere quedarse en el Gobierno de la Ciudad e ir en listas conjuntas con Ibarra, pero el vicepresidente de la Legislatura y amplio ganador de la interna partidaria, Cristian Caram, mantiene una fuerte pelea con el líder del Frente Grande.
Esta situación pone en aprietos a los 70 funcionarios radicales que están en el gobierno, quienes -en su mayoría- ya habrían decidido optar por Ibarra aunque aún no tienen garantizada su continuidad en puestos legislativos o ejecutivos luego de los comicios, por más que el ex fiscal consiga su reelección.
Asimismo, la disputa entre Ibarra y Caram ya se ha cobrado varias víctimas: la última fue María José Caeiro -hermana del legislador radical Fernando Caeiro- quien este martes fue despedida de su cargo de delegada comunal, que desempeñaba desde 1997.
La Central de Trabajadores Argentinos (CTA), sufre las consecuencias de haber visto cómo su economista jefe, Claudio Lozano, cerró un acuerdo con Ibarra antes de tiempo y aún no saben si postularán candidato propio en los próximos comicios locales.
La semana pasada, sectores de la Federación Tierra y Vivienda crearon en la Ciudad el Partido de los Trabajadores Argentinos, que en la Provincia de Buenos Aires postula al piquetero Luis D’Elía. El Movimiento de Participación Popular, liderado por el periodista Miguel Bonasso, por la diputada nacional Alicia Castro y por algunos dirigentes de la CTA está analizando si presentará o no candidatos, aunque sigue trabajando en los barrios en la conformación de una fuerza política que, según afirman, reunirá a las asambleas y a las fabricas recuperadas.
Zamora está desaparecido en acción. La izquierda tradicional tiene una nueva oportunidad de unirse, pero todo indica que nuevamente la desperdiciará. El Partido Humanista ratificó sus candidaturas, pese a la postergación de los plazos para presentar fórmulas y coaliciones electorales.
TENSA CALMA
Los comandos de campaña de Macri y de Ibarra están acumulando denuncias el uno contra el otro. Todo empezó cuando una diputada del Frente Grande, Sandra Dosch, anunció que el presidente de Boca no podía ser candidato porque no cumpliría con las obligaciones que la Constitución porteña establece en cuanto a domicilio y luego no pasó nada. Esto determinó que ambos comandos decidieran esperar, por lo menos a que se acerquen las elecciones para lanzar acusaciones. Los ibarristas tienen en la mira a Horacio Rodríguez Larreta -y la financiación del grupo Sophia-mientras que el macrismo le apuntará a la reforma de la Legislatura comandada por Ariel Schifrin.
El que no tiene ningún motivo para esperar es el Partido Generación Intermedia, que desde hace quince días viene lanzando denuncias contra el ex empresario de SOCMA. La más importante hizo hincapié en la relación de firmas de Macri con el Estado porteño, y sobre la posibilidad de que una de ellas, Correo Argentino, realice el conteo de los votos. La última, realizada también ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, afirma que no existe libre competencia entre Macri y el resto de los candidatos, debido a que el empresario tiene un gran aparato dedicado a analizar información.
Justamente cuestiona el financiamiento por parte de empresas multinacionales de la Fundación "Sophia", generadora de los equipos de Macri, y eje de algunas de las denuncias que el oficialismo tiene en carpeta.
DE CHIQUILÍN LA MIRABA DE AFUERA, AHORA TAMBIÉN
"A mí cualquier fecha me va bien", expresó Macri, en alusión al día en que los porteños votarán para elegir a su jefe de Gobierno. En este sentido agregó: "Lo importante es que no continuemos con este manoseo, esta falta de respeto a los vecinos… que se pone una fecha y se cambia. Creo que agosto podría ser una buena fecha pero eso depende de Ibarra, no depende de uno que no tiene ningún poder actualmente y la mira de afuera como quien quiere entrar al bar, como la canción ‘de chiquilín te miraba de afuera’".
"La gente lo que ve en nosotros es una esperanza de que algo nuevo haga algo distinto en la política pero yo, al menos como persona individual, no tengo ninguna autoridad en política porque todavía no he hecho nada en política", afirmó el candidato a jefe de Gobierno por Compromiso para el Cambio.
LISTAS SÁBANAS
"En lo personal -dijo Beliz- a mí me parece que la fecha (de los comicios) es indistinta. Creo que lo que no es indistinto es la elección ante un sistema que no tenga que ver con las listas sábanas. Yo quiero que se vote sin listas sábanas en la Ciudad de Buenos Aires, y por eso el jefe de Gobierno debería hacer dos cosas: no solo fijar una fecha de elección, sino no fijar rápidamente una fecha para discutir la ley de electoral en la Ciudad de Buenos Aires, para eso tiene mayoría en la Legislatura, y de esta manera permitirnos a todos los porteños no tener que votar una lista de 60 personas".
"En función de la postergación de las elecciones para autoridades locales en la Ciudad, los candidatos a jefe de Gobierno deberían instruir a sus legisladores para que apoyen la iniciativa, que venimos impulsando desde el año pasado, de eliminar las listas sábana", señaló a su vez, desde el radicalismo, Cristian Caram.