Cuando se consulta a los referentes duhaldistas de la Capital, el Congreso de Lanús fue una joyita, el distrito espera ansioso a su nuevo líder y Duhalde asume en cualquier momento la titularidad del Justicialismo. En cambio, desde la actual intervención, como si nada hubiera pasado, se está lanzando el cronograma de normalización del distrito-que prevé elecciones en abril-, que deberá oficializar la jueza federal María Servini de Cubría. El tema de la resolución política, en principio volverá a quedar trunco a la espera de las decisiones judiciales.
También las versiones sobre las impugnaciones difieren, ya que mientras los duhaldistas aseguran que aún no se ha realizado ninguna presentación del menemismo respecto del Congreso Nacional celebrado en la localidad de Lanús, el diputado César Arias habría rechazado en un escrito las decisiones allí tomadas. La interventora mendocina Ana Mosso tiene previsto para esta semana el anuncio del proceso elecccionario interno, mientras que desde la otra orilla auguran un inminente desembarco del bonaerense en la sede de Alsina.
Con respecto a la anunciada reunión con los diputados nacionales del distrito también la información es inversa, aunque dado que el justicialismo posee sólo tres diputados nacionales, Miguel Toma, Javier Mouriño y Daniel Scioli y estos dos últimos responden a Menem, parecería más factible la no realización de la misma además de que, consultado por esta agencia, Scioli la rechazó de plano.
Se sabe que desde la intervención, tal como se intentó antes del 14 de octubre, la idea es reunir a Béliz y a Scioli en una misma tira, sobre todo teniendo en cuenta que, de haber ido juntos en los últimos comicios, la banca de Bravo hubiera quedado para el peronismo y el final con la Alianza podría haber sido más ajustado. En aquella ocasión había sido intención del mismo Duhalde sumarlo a Scioli en la boleta justicialista, pero chocó con la intransigencia de Béliz, que días más tarde se peleaba con Irma Roy, y se quedaba sin diputados propios en esa boleta.
Ahora parecería- a partir de algunos signos que se verifican en el realineamiento legislativo- que Béliz estaría adoptando medidas menos sectarias, con la mira puesta en la conquista del trono máximo de PJ Capital. En esa carrera están también anotados Daniel Scioli, Jorge Argüello y Carlos Grosso, y mucho tendrá que ver con cómo se decide el conflicto judicial para el armado del escenario electoral. Obviamente no es lo mismo Mosso que Duhalde, aunque en realidad la dirigencia porteña está saturada de intervenciones foráneas y rechaza a ambos por igual.
Mientras tanto en la Legislatura está prevista para hoy una reunión del bloque unificado, que no termina de cerrar, pero poco tiene que ver con ello la situación partidaria. Allí lo que se pelea son espacios de poder internos y lo único definido hasta ahora es la presidencia del bloque, que quedó en manos de la belicista Pimpi Colombo. Algunos diputados le ponían un plazo fijo a la discusión " hoy acordamos, esté quien esté y el que no venga se queda afuera". Otros relativizaban esa postura y pretendían "amasar un poquito mas" el acuerdo para lograr lo que ellos llaman "una paz duradera" y evitar "que se vuelva al estadio anterior".