El Tribunal Oral Federal número 5 de la Ciudad de Buenos Aires revocó el pasado viernes el permiso otorgado a La Retaguardia, un medio comunitario especializado en derechos humanos desde hace años, para retransmitir el juicio de lesa humanidad contra Horacio Ferrari, conocido como “Pantera”. Este es el octavo juicio que enfrenta el represor, que formó parte de un grupo de tareas que secuestró durante la última dictadura militar a militantes populares, los que luego eran torturados en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
El fallo de los jueces Sabrina Namer, Fernando Machado Pelloni y Enrique Méndez Signori se basó en el pedido del abogado defensor de Ferrari, Guillermo Fanego, quien tiene por costumbre cuestionar constantemente la presencia de los periodistas de La Retaguardia en las audiencias, no sólo en este juicio, sino en otros varios en los que intervino este histórico defensor de genocidas.
El tribunal consideró que la transmisión a través del canal del Poder Judicial y la posibilidad de que el juicio se lleve a cabo de manera presencial garantizan suficientemente la publicidad, por lo que se cumple con las obligaciones de actos como éste, que deben ser orales y públicos. Voceros de La Retaguardia explicaron que la transmisión del juicio con su propia edición de las imágenes y su presencia en el recinto, era esencial para multiplicar la información hacia la sociedad.
Al respecto, Noticias Urbanas dialogó con Fernando Tebele, integrante de La Retaguardia, que explicó que “la decisión que tomó el tribunal el día viernes fue a pedido de la defensa, por lo que se retiró al medio el permiso otorgado”. Luego detalló que “siempre que transmitimos un juicio, lo primero que hacemos es pedir la autorización al tribunal para ingresar en la sala, sea virtual o presencial, para generar nuestras propias imágenes. El tribunal accedió al pedido e incluso se transmitieron un par de audiencias de este juicio”.
“Es un juicio en el que el abogado defensor de Ferrari es Guillermo Jesús Fanego, que en todos los juicios en los que él participa tiene como metodología interponer recursos para que nos retiren del juicio, en general con argumentaciones bastante provocadoras y, de alguna manera, peyorativas para con nosotros”, indicó el cineasta y agregó que el abogado los acusa de que “compartimos la ideología de los terroristas que azotaron a la Patria”.
En ese marco, afirmó que “en general, los tribunales rechazan el pedido, que en este juicio se hizo muy insistente, incluso en las audiencias” y aseveró que incluso “en este juicio el abogado habló con el equipo de La Retaguardia. Tiene una obsesión particular por la tarea que hacemos”.
La decisión del tribunal
“En este caso la diferencia fue el que tribunal le concedió la razón, porque argumentó que la Justicia garantiza la publicidad a través del canal del propio Poder Judicial, entonces el Tribunal consideró que la libertad de expresión nuestra no estaba vulnerada”, detalló Tebele, y advirtió que “la fiscalía y la querella dijeron que si quitaban el permiso, lesionaban el derecho a la libertad de expresión”.
No obstante, el Tribunal consideró que no lo estaba violando, porque ellos no impiden transmitir, simplemente le impidieron al equipo de La Retaguardia entrar en la sala y levantaron la transmisión del canal que usan. En ese marco, el integrante del canal aseguró que “lo que decimos es que éste es un acto de censura, porque evidentemente no podemos elegir lo que queremos mostrar y nos tenemos que limitar a lo que muestra el canal de la Justicia. Además, es un canal que no tiene finalidad periodística, sino de registro y de archivo, por lo tanto, no hay una mirada periodística sobre las imágenes”.
Al respecto, Tebele ejemplificó con la cobertura que La Retaguardia realizó el lunes en el juicio por la apropiación de Victoria Donda, en el que se puso una imagen de lo que pasaba en el canal de la justicia y al mismo tiempo lo que los libretistas del medio editaban en ese juicio y la diferencia fue, ni más ni menos, que se transmitió la imagen de un imputado que el canal de la Justicia no mostró.
Este punto es de real importancia, explicó, porque hay antecedentes en estos años de televisación de que por lo menos dos sobrevivientes reconocieron a sus secuestradores y torturadores viendo la transmisión. “No es un dato menor”, consideró.
“Esto que pasa es una excepción. Conocemos cuáles son los límites que tenemos, por eso cuando pedimos autorización a los tribunales, les aclaramos de antemano que para poder cumplir con nuestra tarea tenemos que ingresar a la sala y elegir las imágenes”, remarcó.
Telebe concluyó que “los juicios de lesa humanidad son una conquista social que tienen su recorrido independiente en la Justicia y frenarlos es algo que el Gobierno de Macri hubiera querido hacer y sin embargo no consiguió hacerlo. Preocupa que se puedan hacer cosas que ya se hicieron -en el caso de un eventual triunfo del candidato presidencial de Libertad Avanza, Javier Milei-, como vaciar los aportes que desde otros poderes del estado se hacen para sostener los juicios, tanto como la asistencia a las víctimas o incluso para la recopilación de información”.
Cabe destacar que Fanego, mostrando su nivel de compromiso con los represores y ponderando su postura negacionista y reivindicadora del golpe de Estado, participó del acto que organizó la candidata a vicepresidenta de Javier Milei, Victoria Villarruel, en la Legislatura porteña en agosto pasado. Sin dudas, la censura tiene una clara perspectiva ideológica, que no encuentra asidero en los argumentos que se presentaron al tribunal.
La transmisión que realiza La Retaguardia es esencial para dar visibilidad a las causas de lesa humanidad y que se conozca el nombre de los represores y las víctimas que están en los tribunales en búsqueda de justicia, tras cuarenta años de democracia, ya que en los últimos meses se produjo la aparición de corrientes negacionistas, que ganaron espacio en los medios y en la esfera política.
Al respecto, se conoció esta semana que la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, reclamó al motor de búsqueda Google que proteja “a los argentinos de la difusión de contenido negacionista que perpetúa el dolor y el sufrimiento de las víctimas y sus familias” y le recordó a la empresa que en Alemania, por ejemplo, hay medidas para prohibir contenidos que niegan o minimizan el Holocausto. Sin dudas, este debate, que parecía saldado en el pacto democrático, continuará vigente y será uno de los ejes de peso en el balotaje que se realizará el próximo domingo doce de noviembre.