Si bien el kirchnerismo había decidido premiar a Gabriela Cerruti con el salvavidas de plomo de la candidatura a parlamentaria del Mercosur, ya que al haber una sola banca en juego para el distrito se descuenta que la misma quedará en manos del macrista Pablo Avelluto, la legisladora porteña de Nuevo Encuentro parece haber retomado su vieja profesión de periodista para comenzar a escribir un final distinto en esta historia.
Sabedora que a partir del 10 de diciembre volverá el llano luego de haber integrado la Legislatura porteña durante dos períodos consecutivos y el gobierno porteño -como ministra de Desarrollo Social- durante la gestión de Jorge Telerman, Cerruti tomó la determinación de jugar su última ficha y pelear a fondo por la jefatura de la Auditoría General de la Ciudad, según confiaron fuentes legislativas a NU.
Sin lugar a dudas, esta posición complica aún más el panorama, si se tiene en cuenta que aún no está definido cómo será la repartición de cargos en el organismo de control. Y mucho ahí depende de cómo decida jugar (o cómo lo dejen jugar) el inestable ECO, fuerza que sorprendió en las últimas elecciones porteñas y desplazó al FPV de su histórico segundo lugar.
Asimismo, esta decisión abre una feroz interna en el seno del kirchnerismo local. Ya que de esta manera, la referente sabbatellista en el distrito se planta enfrente de La Cámpora. Es que Cecilia Segura, quien comanda la Auditoría actualmente, quiere renovar su mandato con el apoyo de su compañero: Juan Cabandié.
Además si hay algo que no sobra en el FPV son lugares para poblar el desembarco de los nuevos y los que se van. Del Estado nacional a ser la tercera fuerza del distrito será algo que deberán comprender más temprano que tarde Carlos Tomada y cía.
Por su parte, en el PRO observan con atención esta interna, que podría alterar el status quo que rige hoy a kirchneristas y macristas de cara al futuro gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.