La discusión sobre la aprobación por parte del Congreso del nuevo Código Civil y Comercial desató una discusión en el recinto de la Legislatura este jueves. Todo empezó cuando el legislador Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica en UNEN) pidió tratar sobre tablas un proyecto de declaración el cual manifestaba preocupación por la sanción de esa iniciativa.
“Es importante que esta Legislatura se exprese ante el atropello que se produjo ayer en el Congreso”, dijo el diputado y calificó al hecho como un “acto de sedición”. Según explicó, el rechazo radica en que “la sanción de una norma de tal envergadura debiera haber sido el resultado de una discusión parlamentaria que fundamentalmente respete las normas constitucionales que regulan el tratamiento de una ley”.
Por su parte, el diputado Alejandro Bodart (MST) criticó al kirchnerismo y al proyecto aprobado y, al referirse al tema del aborto, dijo: “Gracias a lo que hacen ustedes, la iglesia está de fiesta”. “Gabriela Alegre, andá a Misa primero”, le dijo a la jefa del bloque K y agregó: “Las mujeres pobres tienen que abortar con carniceros. No hagan mas dobles discursos, ni hablen de derecha, porque son de la derecha ustedes”.
Estos dichos desató la furia de los diputados del interbloque del Frente para la Victoria, especialmente de Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro) quien preguntó: “¿Este recinto está dispuesto a votar que el Congreso cometió sedición?” y agregó: “No sólo estamos votando la cuestión procedimental. Esto pasa todos los límites”. “Ni siquiera leyeron el expediente de Ferraro”, les dijo a sus colegas. “Si quieren discutir sobre el aborto, la ley que el jefe de Gobierno vetó, discutámoslo, que la Legislatura sí tiene injerencia sobre eso”, culminó.
En ese mismo sentido se expresó la kirchnerista Claudia Neira quien criticó el debate y dijo: “Haciendo esto no estamos trabajando”.
En medio de la pelea, pidió la palabra la legisladora Rinaldi, quien, calmada, manifestó su satisfacción por su nombramiento en la embajada de Francia para luego pedir que “terminemos con esta discusión tonta”.
Finalmente, tras la polémica, la iniciativa fue aprobada con 37 votos positivos y 17 negativos.