El jueves 16 de octubre se iniciará el juicio contra Luciano Nardulli y Diosnel Pérez Ojeda, imputados de ser los cabecillas de la toma del parque Indoamericano. El hecho ocurrido en diciembre de 2010 provocó la muerte de tres personas y numerosos heridos. El fiscal general adjunto de la Ciudad, Luis Cevasco, representará en el juicio a la parte acusatoria y en diálogo con Noticias Urbanas explicó que lo sucedido en el Indoamericano -como en otras tomas- se basa en un “interés puramente inmobiliario”.
“Tenemos una hipótesis clara de que en el Indoamericano hubo dos tomas, una fue la del 6 de diciembre que terminó con el desalojo y otra el 8, que fue la retoma. Ambas fueron organizadas, por la fuerza y para nada espontáneas. La toma fue un negocio inmobiliario porque lo primero que se hizo fue un loteo y luego se trajo gente de otros barrios. Y tenemos comprobado que Nardulli y Pérez Ojeda fueron los líderes de la toma por las pruebas recolectadas y porque ellos mismos lo reconocieron en varios medios. También identificamos a otras cuatro personas más, pero se comprometieron ante la Corporación del Sur a no realizar nunca más este tipo de hechos y por eso no fueron a juicio”, le explicó Cevasco a Noticias Urbanas.
Aunque el Fiscal General Adjunto reconoce la existencia de un problema habitacional asegura que este tipo de ocupaciones tienen otras motivaciones.
“Lo que sucede es que se toman tierras para venderlas o alquilarlas, también para construir casas y luego alquilarlas. Detrás hay un negocio. Y las tomas masivas están motivadas por los punteros de villas cercanas como expansiones territoriales, como sucedió en el caso del barrio Papa Francisco de Lugano. Estos punteros están vinculados con organizaciones políticas pero su ideología funciona bajo la premisa de acomodarse con el mejor postor. Se acomodan según la conveniencia de la ocasión. Porque está claro que de esa manera manejan planes sociales y tienen poder de negociación. Otros de sus negocios son los subsidios, ya que según lo que averiguamos en distintas causas, al verdadero ocupante sólo le llega una mínima parte del subsidio y el resto se lo queda el puntero.”, señaló Cevasco.
“Por nuestra experiencia en el caso de las tomas masivas, la verdaderas motivaciones tienen que ver más con lo particular que con lo político, cuando digo particular me refiero a un tema de negocio. Obviamente que una vez comenzada la ocupación la política aparece. Pero lo concreto es que este tipo de punteros aprovechan el importante déficit de vivienda que existe en la Ciudad para llevar a cabo las tomas”, finalizó el Fiscal General Adjunto.
