En una doble jornada con localidades agotadas, que comenzó este lunes y se repetirá el próximo, Charly García brilló sobre el escenario del Teatro Colón. Un concierto especial con un listado de sus clásicos y exitosos temas se puso en escena ante la atenta mirada de personajes del espectáculo y la política, entre otros.
Después de que rompió en estallido tribunero “ésta es la barra de Say No More”, se escucharon los primeros compases de “Dileando” y su figura apareció recortada en el fondo del escenario abriendo los brazos en cruz.
En el repertorio que se puso en marcha figuraron “Vía muerta”, “Desarma y sangra”, “Rejas electrificadas” (pasaje instrumental), “No te dejes desanimar” “Tango en segunda” con la presencia de Jean Francois Casanova, “El amor no espera” (bien rockera y electrificada), “Promesas sobre el bidet” y “Anhedonia”, entre otras, que rompieron el protocolo entre su público, con ovaciones, gritos y aplausos en medio de los temas.
Vestido con saco y elegante sombrero negro, el músico era el único ubicado en el centro del escenario, con unas líneas punteadas que cortaban el escenario en dos. De un lado y otro se repartían los músicos de su banda The Prostitution y la Orquesta Kashmir, formada por dos cuartetos de cuerdas. Todos quedaban rodeados por las famosas líneas paralelas marcadas con dos láseres de color azul y rojo, que al final formaban un triángulo.
La segunda parte siguió con una cuidada selección de temas de distintas épocas, como “Yendo de la cama al living”, “Los dinosaurios”, “Cuchillos”, “Eiti Leda” (despertó una ovación de varios minutos con el público de pie), “Parte de la religión”, y en el bis el himno “Inconsciente colectivo”.
En la segunda parte apareció el Charly más eléctrico. Salió de su púlpito de director y hasta se calzó la guitarra eléctrica. Para el final Bernard Fowler, corista de los Rolling Stones, se sumó a la celebración del Colón para un broche de oro. Y se fue con “Inconsciente colectivo”, un clásico en un templo clásico.
Si bien el músico había tocado el Himno Nacional en una función de Maximiliano Guerra, ésta fue la primera vez que el ícono del rock nacional tuvo su noche dedicada a su obra en el máximo templo lírico, como sucedió con otros grandes solistas del género: Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati y Fito Páez.
“En el Colón me dijeron: «Acá la acústica es buena, como diciendo tocá bajito». Yo les dije: «Si la acústica es buena, se va a escuchar bien fuerte o bajo. Está todo controlado»”, decía un Charly García auténtico durante la entrevista que le realizó La Nación antes de la serie de conciertos.