Un grupo de choferes de micros del sector turístico llevan adelante una protesta sobre la Avenida 9 de Julio, por tercer día consecutivo. Los vehículos pasaron la noche de miércoles reunidos en pleno microcentro porteño y piden retomar su actividad, en medio de la pandemia y las nuevas restricciones que implementó el Gobierno Nacional por el coronavirus.
Desde el martes, los manifestantes tomaron la medida de fuerza y redoblaron la apuesta para que su reclamo sea escuchado. Comenzaron con cortes a circulación se veía afectada en la salida de autopista 25 de Mayo, en dirección hacia la 9 de Julio.
Y luego, el miércoles los conductores liberaron algunos de los carriles para acceder a la 9 de Julio desde la Autopista 25 de Mayo, aunque varios de los micros continuaban estacionados en el lugar por lo que el congestionamiento del tránsito persistió.
Los choferes y dueños de micros mantienen la manifestación debido a que no recibieron propuestas de parte de la Secretaría de Transporte a sus reclamos contra las restricciones sobre la actividad turística, ya que consideran que son uno de los sectores más afectados por las últimas medidas. Entre los planteos figuran cuestiones de índole impositiva, mantenimiento y actualización de las licencias profesionales, el pago de tasas a la CNRT y el costo de sostener las guarderías de vehículos.
Este sector de propietarios y conductores de micros ya habían llevado adelante una protesta el 13 de abril pasado en el mismo lugar y en distintos puntos del país, con el objetivo de reclamar medidas que les permitieran volver a realizar viajes de turismo interno, una de sus fuentes principales de ingresos y que se vio paralizada por la pandemia. Es un rubro vinculado a los traslados de larga distancia por festejos de egresados, de jubilados, estudiantiles y de compras, entre otros, y que fueron suspendidos por la normativa sanitaria en buena parte de 2020.
Por entonces, desde el ministerio de Turismo de la Nación habían recibido a los representantes de la protesta, en conjunto con la Federación Argentina de Asociaciones de empresas de viajes y turismo (Faevyt), y les ofreció un paquete de asistencia a la actividad. La ayuda consistió en un subsidio de 150 mil pesos a las empresas monotributistas de hasta 5 empleados, y una propuesta similar para los operadores turísticos.
En los últimos días, los conductores de micros de turismo insistieron en que “la situación del sector es desesperante”, después de haber pasado “11 meses sin trabajar” y que luego de dos meses de actividad limitada regresaron sus dificultades por las restricciones, a partir de la suba de casos por la segunda ola de coronavirus.
“El capital que está parado es muy grande y mantenerlo es mucho más, los gastos que tenemos de impuestos, tasas con la CNRT, guarderías, vencimiento de registros de conducir, que sale 7000 pesos. A pesar de no estar trabajando, seguimos pagando absolutamente todo”, se quejó uno de los conductores de micros en declaraciones radiales.
En ese contexto, los voceros de los micros remarcan que lo que lograron recaudar durante los meses de verano no alcanza para ponerse al día con las deudas impositivas y con el pago de los salarios a los conductores, por lo que exigen otro tipo de intervención estatal.