En un emotivo encuentro que reunió a familiares, colegas y alumnos de la homenajeada, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires le otorgó el diploma de Personalidad Destacada de la Cultura a la reconocida cocinera Beatriz Chomnalez. El acto se realizó en el Salón Eva Perón del parlamento porteño este miércoles, a las 11 de la mañana, con la presencia del vicejefe de Gobierno, Diego Santilli; de la vicepresidenta primera de la Legislatura, Carmen Polledo, y del legislador Agustín Forchieri (Pro), autor del proyecto de declaración.
La iniciativa destaca la trayectoria de Chomnalez no solamente como chef sino también como maestra de cocineros, muchos de los cuales hoy son grandes figuras en el ámbito de la gastronomía argentina.
“La gastronomía es una parte indiscutible de cada cultura y, en el caso de la porteña, uno de sus pilares fundamentales”, afirmó Forchieri, al fundamentar el proyecto. Destacó que Chomnalez “es considerada un ícono de la cocina en Buenos Aires, habiéndose ganado reconocimiento como chef, como maestra de maestros y como miembro activo L’Académie Culinaire de France”. Durante el acto, el legislador señaló que el proyecto contó con el apoyo de la totalidad de sus pares.
Luego, al hacer uso de la palabra, la homenajeada agradeció al Gobierno de la Ciudad, a Forchieri y al resto de los diputados porteños “por este honor y esta gran alegría”. Luego, repasó varias anécdotas de su vida, recordando su temprano amor por la lectura -que la llevó, desde chica, a adentrarse en las obras de autores de la talla de Marcel Proust, Miguel de Cervantes Saavedra u Oscar Wilde, entre muchos otros- y llamó a fomentar este hábito entre los más chicos. También tuvo un cariñoso recuerdo para su nieta Lola, cuyo asesinato continúa impune desde hace dos años. Finalmente, tras la lectura de un poema, les dio las “gracias a cada uno de los que hoy están acá”.
Santilli, por su parte, resaltó una de las “más grandes enseñanzas de Beatriz: el trabajo en equipo, en el que cada parte es importante, desde aquel que tiene la labor más simple hasta el que conduce”. Además, subrayó la importancia del mercado culinario como elemento generador de empleo y volvió a mencionar el desafío de llevar a la Ciudad de Buenos Aires a convertirse en la capital gastronómica de Latinoamérica, una cuestión que también subrayó Forchieri en su discurso.
Una vida dedicada a crear sabores
Beatriz Chomnalez nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el día 25 de marzo de 1930, en el barrio de Barracas. Estudió en la Escuela Normal Superior Nº 5 “Gral. Don Martín Miguel de Güemes” y luego comenzó la carrera de abogacía en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, la cual decidió abandonar sin faltarle demasiadas materias para recibirse.
En 1978 partió a París junto a toda su familia y allí se dedicó a aprender las recetas de cocina y repostería en el Cordon Bleu y en la École de Varenne, donde se graduó en 1980.
Cuando volvió a la Argentina, en 1983, le transmitió con gran fervor sus conocimientos a distintos cocineros jóvenes, entre los que se destacan Germán Martitegui (Agraz – Tegui), Rodrigo Toso (Chelsea Loft), Estanislao Carenzo (Sudestada), Rodrigo Sieiro y Juan Pedro Demuró (Nectarine), Paula Méndez Carrera (Splendid), Sergio Copat (La Esquinita) y Mauro Colagreco (ganador de dos estrellas de la prestigiosa Guía Michelin), entre otros.
Desde 1998 es la responsable de la patisserie del Ceasar´s Park Hotel y asesora a distintos locales gastronómicos. Asimismo, es propietaria de L’Ecole de Cuisine, donde brinda servicios de catering y cursos de Cocina y Pastelería Francesa.
El año pasado, en el marco del Día de la Mujer, diecinueve prestigiosos chefs de la Argentina se reunieron para realizarle un homenaje. Participaron Hernán Gipponi, Silvina y Antonio Soriano, Ítalo Germán Ruberto, Martín Molteni, Soledad Nardelli, Darío Gualtieri, Paula Méndez Carreras, Narda Lepes, Germán Martitegui, Rodrigo Castilla, Matías Kyriazis, Luisa González Urquiza, Diego Chomnalez (hijo de Beatriz), Juliana Lopez May, Gonzalo Aramburu, Christophe Krywonis, Osvaldo Gross y Pamela Villar.
Por su parte, el chef Martitegui ha subrayado públicamente la formación que ha recibido por parte de Chomnalez, remarcando su humildad, el trabajo y su sensibilidad.
Consumidora apasionada de cultura, Chomnalez dijo alguna vez, refiriéndose a la colección de poemas de Charles Baudelaire, que “un cocinero tiene que leer mucho, porque si bien ‘Las Flores del Mal’ no van aparecer en el plato, de alguna manera van a estar. También declaró que “no es suficiente saber el manipuleo de utensilios, cocinar y que salga bien. Los cocineros tienen que estudiar, moverse y cambiar permanentemente, porque mientras no lo hagan tampoco va a cambiar lo que hacen”.
Para Beatriz, “la cocina es la manifestación cultural de un pueblo”. Para la Ciudad de Buenos Aires, también.
