El 12 de enero, el Senado sufrió un hackeo en sus sistema lo que provocó que muchos de los funcionarios que trabajan en la Cámara Alta no pudieron volver a trabajar con normalidad porque el área de informática sigue ocupándose de reestablecer el sistema y los datos extraídos en el ciberdelito.
En ese contexto, a todos los empleados del Senado se les pidió que no encendieran ninguna computadora del Senado sin antes pedir autorización al área de informática, para validar el código de la computadora y asegurarse que no sea vulnerable ante el ataque sufrido.
Ese mensaje no discriminó entre empleados que trabajan presencial o desde sus casas. Incluso, a quienes usan su computadora personal pero utilizan la red de internet del Senado también se les ordenó lo mismo.
De acuerdo a la información obtenida por el diario Perfil, habiendo pasado dos semanas, la mayoría de las áreas no ha podido reestablecer su trabajo, a la espera de que sean autorizados para acceder al sistema Intranet que usan en el Senado.
Las fuentes consultadas indicaron: “No se puede trabajar a distancia”, se quejaron ante este medio algunos trabajadores de la cámara alta. “Evidentemente el hackeo fue más importante de lo que se dijo”.
La diferencia con respecto al momento del ataque virtual es que ahora sí se puede acceder a la página oficial del Senado y ver todos los datos públicos. En aquel entonces, la página estaba caída.
▶ Preocupación por los datos robados en el hackeo
En el momento del ciberataque, el Senado había informado oficialmente que el “ransomware” con el que perpetraron el delito generó la extracción de información que igualmente es pública y se encuentra “al alcance de todos y todas dentro de nuestro sitio de transparencia”.
Sin embargo, según el diario Perfil, el ataque habría alcanzado datos personales sensibles de cada uno de los funcionarios, incluyendo datos biométricos, del domicilio, sueldos, familiares a cargo declarados, etc. que no están incluidos en el área de transparencia ni son públicos.
Vale recordar que en junio del 2021 el Poder Judicial también había sufrido un ataque similar, generando preocupación e imposibilitando el trabajo para los empleados judiciales.
▶ Palabra de las autoridades
Todos coinciden en que “por suerte” pasó en enero, un mes que naturalmente es más tranquilo porque no hay actividad parlamentaria. Pero cuando llegue el mes de febrero, donde ya hay actividades programadas, podría complicar aún más el trabajo, aunque confían que desde el área de informática “se está haciendo todo lo posible”.
Los servidores empezaron a reestablecerse, pero todos los usuarios se cayeron, con lo cual deberán volver a crearlos. De ser así, será un nuevo trabajo administrativo hasta lograr la regularización del sistema.
Las quejas de algunos son porque “dicen que están trabajando pero todo está bastante parado desde el ataque, se trabajaba todo remoto y ahora hay incertidumbre para hacer certificaciones laborales, contratos, etc.”.