La emblemática librería Punto de Encuentro, ubicada en el corazón de la Avenida de Mayo, anunció su cierre definitivo para el próximo 31 de marzo. La noticia, que se propagó rápidamente a través de las redes sociales, generó una profunda tristeza y preocupación en el ámbito cultural porteño. La librería, reconocida por su amplio catálogo de libros de pensamiento nacional y popular, se suma así a una lista cada vez más extensa de espacios culturales que se ven obligados a bajar sus persianas en medio de la crisis económica que atraviesa el país.
La decisión de cerrar Punto de Encuentro no fue fácil, según explica su dueño, Carlos Benítez. A pesar de haber sorteado diversas dificultades a lo largo de los años, el contexto actual se volvió insostenible.
“Pagar un alquiler hoy es imposible; no podemos sostenerlo. Las ventas fueron muy flojas el año pasado; se nos termina el contrato el 31 de marzo y no tenemos posibilidad de renovar porque en este lugar van a hacer una obra, van a modificar toda esta zona, esta media cuadra. No podemos buscar locales alternativos porque no tenemos manera de pagarlo con la venta de los libros”, explica Benítez.
“Hay una retracción económica muy fuerte que repercute en la clase media, los clientes potenciales de la librería, que hace que hoy no esté comprando libros. A eso hay que agregarle que después de la pandemia un 30% no volvió nunca más a comprar en una librería física; compran por Mercado libre y páginas online”.
La crisis que atraviesan las librerías no es un fenómeno aislado. Benítez señala que muchas otras librerías, tanto en la Capital como en el interior del país, se vieron obligadas a readecuar sus negocios, despedir empleados o incluso cerrar sus puertas. La retracción económica, la caída del consumo y los cambios en los hábitos de compra de los lectores son algunos de los factores que explican esta situación. El panorama para el sector editorial también es complejo, con una disminución en la cantidad de títulos publicados y una apuesta por tiradas más pequeñas.
A pesar de este panorama sombrío, Benítez se muestra esperanzado en que la pasión por los libros y la lectura puedan superar esta crisis. La editorial Punto de Encuentro tiene previsto continuar publicando obras de autores nacionales y populares, y confía en que los lectores seguirán apoyando a las librerías independientes. En este sentido, la despedida de Punto de Encuentro no es un adiós definitivo, sino un hasta luego. La librería cerrará sus puertas físicas, pero su espíritu y su compromiso con la cultura seguirán vivos a través de sus libros y su trabajo editorial.
El cierre de Punto de Encuentro es una pérdida irreparable para la Avenida de Mayo y para la cultura argentina. Sin embargo, también es un llamado de atención sobre la importancia de apoyar a las librerías independientes y a los espacios culturales que enriquecen nuestra sociedad.
En un momento en que la cultura se ve amenazada por la crisis económica y la voracidad del mercado, es fundamental defender estos espacios de encuentro, debate y pensamiento crítico. La historia de Punto de Encuentro es un testimonio de la resistencia y el compromiso de quienes creen en el poder transformador de los libros y la lectura.