La legisladora electa por el Frente de Todos, Claudia Neira evaluó el discurso de asunción a la Presidencia de Alberto Fernández y destacó el llamado a la unidad del peronismo. Mientras tanto, resaltó la “predisposición al diálogo” por parte de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, pero cuestionó las políticas públicas porteñas en temas de salud, seguridad y educación.
-¿Cómo evalúa el discurso de asunción de Alberto Fernández?
– Fue un discurso muy emotivo, que nos lleva a pensar la política, de ahora en más, desde un lugar distinto, más reflexivo. Nos interpela a todos a construir la unidad nacional, pone en el centro de la escena, de nuevo, la voluntad política. Porque él es un político decidido a tomar decisiones difíciles y trascendentes.
-Por ejemplo, ¿cuáles?
-Esbozó definiciones importantes como la de derogar el secreto de los gastos reservados, para darles un destino diferente. O la definición respecto de la pauta oficial, para no darla a periodistas y programas conducidos por periodistas puntuales, sino para redefinir el contenido, para que la pauta esté al servicio de la educación, para darle un sentido diferente y trascendente. También la definición de terminar con el hambre en la Argentina, hacer un pacto social e interpelar a cada uno para que ponga su grano de arena.
Y la idea de construir consejos de distintas materias: seguridad, Malvinas, el Consejo Económico y Social… es una definición orientada a construir una Argentina con políticas públicas que trasciendan en el tiempo.
-¿Por qué cree que no mencionó la situación en Venezuela ni el tema del aborto?
-Sobre el aborto ya se expidió y dio su opinión. Hay un momento para poner en acto esta voluntad de avanzar con una política de salud pública. En particular, la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo tiene que ver con el impulso de un proyecto de ley y no tenía necesidad de ratificarlo. Esto tenía que ver con políticas macro, que hacen al Estado. Con relación a Venezuela, habló en términos más generales, no de cada país. Sí habló de la necesidad de consolidar la democracia. Y en ese sentido, Alberto ha sido crítico respecto del gobierno de Maduro. Ha hablado de los problemas que han tenido con la consolidación de un modelo democrático, pero esto no tiene que ser ratificado en cada ocasión. Alberto puso el eje en la política nacional y en la consolidación de la democracia.
-Cristina se mostró muy incómoda al encontrarse a Macri personalmente. ¿Le pareció así?
– No reparé específicamente en esto porque no tenía una buena visión. Sí vi videos. Es un tema menor analizar ahora algún tipo de rispidez que pueda existir. Lo importante, ahora, es que en adelante tenemos que poder construir la unidad de argentinos y argentinas. Y esto no es la unidad entre los dirigentes. Los gestos ayudan, y Alberto tuvo gestos amables respecto del presidente saliente y de la vice saliente. Y Cristina, como vice, tuvo un diálogo afable con Michetti, por lo que vi en el ingreso. Todo lo demás no hace a la centralidad que tiene que ver con la unidad a la que se refería Alberto, para que podamos comer en una mesa los que pensamos distinto, sin soslayar diferencias, porque está claro que existen.
-¿Cómo evalúa el discurso de asunción de Larreta?
-Valoré la posición que marcó con su aporte a la unidad nacional, a la predisposición, al diálogo y al consenso. Tuvo algunas afirmaciones que son positivas, y que uno tiene que valorar. Pero el diálogo y el consenso se construyen con la honestidad intelectual de marcar diferencias. Respecto de lo que dio como diagnóstico de grandes políticas de la Ciudad, tengo diferencias. No habla de la situación en los hospitales, de la falta de insumos, de los problemas con los profesionales, de la falta de un trabajo en serio para mejorar el problema de déficit de profesionales. No habla de la triste experiencia con la ley de residentes, con la que tuvo que dar marcha atrás. Ni de la inseguridad en los barrios, palpable a diario. Esto nos lo dicen los vecinos.
Larreta habla de la secundaria del futuro, de la robótica, de avanzar con la posibilidad de que todos tengan futuro, cuando lo que pasa es que se les caen los techos a los chicos en las escuelas.
