Así trabaja la brigada de género

Así trabaja la brigada de género

El lunes, Larreta presentó, luego de años de funcionamiento, la división de la PM que trabaja sobre la violencia machista. La demanda exigió su ampliación, dice Stanley, de Desarrollo Social.


El lunes, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, presentó en el Centro Único de Coordinación y Control (Guzmán y Jorge Newbery), la brigada contra la violencia de género de la Policía Metropolitana, junto a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el senador nacional y candidato a vicejefe, Diego Santilli.

En rigor, se trata de una suerte de relanzamiento, del bautismo público y mediático oficial de un grupo imprescindible para la fuerza, teniendo en cuenta que, por caso, de acuerdo a cifras relevadas por el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, dirigido por la asociación civil La Casa del Encuentro, solo durante 2014 se produjeron 277 femicidios y 29 “femicidios vinculados” de hombres y niños (se trata de los homicidios cometidos por venganza hacia la mujer o en relación a personas que intentan defender a la víctima). Además, de 2008 al año pasado, 2.196 hijas e hijos –1.403, menores de edad– se quedaron sin madre, víctimas colaterales del femicidio.

En noviembre de 2013, Noticias Urbanas relató el estado de situación de la no tan novedosa rama de la PM. Desde 2009, se contaba en la nota, que la Metropolitana dispone del área de Víctimas de Violencia de Género y Protección Familiar, que tiene a su cargo la prevención e intervención en todas aquellas tareas solicitadas por la Justicia de la Ciudad para esclarecer los delitos y contravenciones llevados a cabo en el ámbito intrafamiliar y en delitos contra la integridad sexual, cuyas víctimas pueden ser mujeres, hombres, niños, niñas, adolescentes, personas con capacidades diferentes y de la tercera edad, suministrando una atención rápida, profesional y efectiva.

Las comisarías comunales 4 (Tacuarí 770) y 12 (Valle 1454) cuentan, en ese sentido, con una sección de Víctimas de Violencia de Género y Protección Familiar, donde se atiende a las víctimas y se reciben denuncias, a partir del trabajo de un equipo interdisciplinario de psicólogos, trabajadores sociales y abogados. Según las las estadísticas que manejaba la PM en ese momento, ya habían atendido más de 5.446 casos, además de los talleres, cursos de sensibilización y capacitación a distintos profesionales, instituciones y asociaciones civiles brindados. Más acá en el tiempo, durante 2013 y 2014, alrededor de 300 agentes de la fuerza porteña se capacitaron sobre ciclos de la violencia, indicadores de detección y recursos asistenciales de la Ciudad.

“Lo más importante es que las mujeres pierdan el miedo y se animen a denunciar. Para eso vamos a estar al lado de ellas, dándoles contención, ayuda y todo lo que necesiten para que puedan vivir en paz, lejos de cualquier tipo de violencia”, afirmó Rodríguez Larreta, candidato a Jefe de Gobierno porteño.

El equipo interdisciplinario mencionado también pone en juego, además del Programa de Fortalecimiento Integral para Víctimas, el Programa Hombres Violentos, un espacio de contención y trabajo en el que ya participaron 2.000 varones, de los cuales, el 90 por ciento, llegó por vía judicial. “Esta alternativa sigue funcionando a la par del crecimiento de la brigada especializada, que ya cuenta con 120 agentes, y las comisarías de género. Esta rama de la PM nunca se había presentado, así que nos pareció un buen momento hacerlo, dada la alta demanda que hay”, explica a NU Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social de la CABA.

La Ciudad de Buenos Aires cuenta con dos líneas telefónicas mediante las cuales se puede denunciar y/o pedir asistencia las 24 horas, los 365 días del año: la 103, del Centro Único de Coordinación y Control de la Policía Metropolitana, y el 0800-66-MUJER (68357), del Área de Violencia de Género de la Dirección General de la Mujer, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social –aparte de la línea de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia, de Lavalle 1250: 4370-4600–, en la que ya se recibieron, según indican en el GCBA, más de 10.000 llamadas, de las cuales mil fueron motivadas por noviazgos violentos. A su vez, fuentes de la cartera que dirige Stanley expresan que en 2014 se ha asistido a cerca de 4.000 mujeres, en algunos casos, junto a sus familias e hijos. Luego de activar esa primera intervención, muchas veces surten buenos efectos los botones antipánico, otro de los dispositivos puestos en juego: se han entregado más de 7.000, dicen en el Gobierno Porteño, de los cuales casi 3.000 han sido utilizados por víctimas de la violencia machista.

Según la primera encuesta sobre violencia psicológica, física y sexual en la Ciudad, a la que Noticias Urbanas tuvo acceso, sondeo que tomó 1.000 casos de mayores de 18 años, en Buenos Aires 6 de cada 10 mujeres dicen haber sido víctimas de violencia psicológica. El 70 por ciento de las mujeres consultadas, a su vez, dijo que las situaciones de violencia se dan cuando están a solas. Y las mujeres, por miedo, porque creen que la situación de violencia no se repetirá o que no son situaciones de gravedad, no denuncian, advierten fuentes del GCBA. Y si lo hacen, agregan, acuden a personas más cercanas, pero no a instituciones.

Por otro lado, las jóvenes adultas de entre 30 y 44 años son quienes más denuncian haber sido víctimas de violencia psicológica, que es transversal al nivel educativo, por parte de alguna pareja en algún momento de su vida (alrededor de 7 de cada 10). En tanto, en relación a las mujeres que no tienen trabajo pero buscan empleo, la cantidad de víctimas se incrementa: un 76 por ciento dice haber sido víctima de violencia psicológica por parte de alguna pareja. Asimismo, 2 de cada 10 mujeres denuncian haber sido víctimas de violencia física: golpeadas, arrastradas, empujadas, arrinconadas, quemadas. Y este tipo de situaciones, manifiestan, se da también en la intimidad.

El 71 por ciento de las mujeres agredidas físicamente señala que en el momento del hecho violento su pareja no había consumido drogas, y un 55 por ciento, que su pareja no había consumido alcohol. En cuanto a violencia sexual, 3 de cada 10 acusan a sus parejas o esposos. Por último, se desprende del estudio que en 2014 la Dirección General de la Mujer (Ministerio de Desarrollo Social), brindó asistencia a 3.500 mujeres víctimas de violencia de género en los seis Centros Integrales de la Mujer (CIM), donde se las atendió psicológicamente y se les dio asesoramiento legal gratuito. Al mismo tiempo, 500 mujeres víctimas de violencia doméstica fueron alojadas con sus hijos e hijas en los refugios y casas de medio camino.

“Contar con una primera encuesta de violencia en la Ciudad nos permite tener un diagnóstico claro de la situación social. La violencia nos atraviesa como sociedad de manera silenciosa. Solo 1 de cada 10 mujeres denuncia ser víctima. Detrás de todos estos números hay miles de mujeres sufriendo, viviendo con miedo. Por eso, hacer visible lo invisible es fundamental para erradicar este flagelo. Como sociedad, debemos animarnos a romper el silencio y denunciar al maltrador. Y la prevención e información es fundamental para evitar femicidios”, asegura Stanley a NU, quien asistirá a la concentración Ni Una Menos.

#NiUnaMenos

Justamente este miércoles, a las 17, en el Congreso, se llevará a cabo la concentración Ni una menos contra la violencia machista y su más dramática expresión, el femicidio, con réplicas en numerosos puntos del interior del país.

En tal jornada, se exigirá la implementación, con todos los recursos necesarios –y el monitoreo– del Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, tal como lo establece la ley 26.485, de Protección Integral a la Mujeres; que se garantice que las víctimas puedan acceder a la Justicia; que en cada fiscalía y cada comisaría haya personal capacitado e idóneo para recibir las denuncias; que las causas de los fueros civil y penal deben se unifiquen; que las víctimas tengan acceso a patrocinio jurídico gratuito durante todo el proceso judicial; que se elabora un Registro Oficial Único de Víctimas de la violencia contra las mujeres; que se realicen estadísticas oficiales y actualizadas sobre los femicidios (solo dimensionar lo que sucede permitirá el diseño de políticas públicas efectivas); que se garantice y profundice la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos, para formar en la igualdad y para una vida libre de discriminación y violencia machista; que se sensibilice y capacite a docentes y directivos; que se garantice la protección de las víctimas de violencia, y se implemente el monitoreo electrónico de los victimarios para asegurar que no violen las restricciones de acercamiento que les impone la Justicia.

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