El último martes a la noche, el diputado nacional de Democracia para Siempre, Facundo Manes, presentó una denuncia penal contra el asesor presidencial Santiago Caputo. La causa quedó radicada en los tribunales de Comodoro Py y refiere a los acontecimientos ocurridos el sábado pasado, durante la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación. Según el legislador, Caputo lo increpó con frases amenazantes y gestos intimidantes.
Manes sostuvo que durante el discurso del presidente Javier Milei, en un contexto de tensión dentro del recinto, recibió agresiones verbales desde un palco superior, por parte de Caputo. Posteriormente, en un pasillo del Congreso, el asesor presidencial se le acercó de manera intimidante, le dirigió frases amenazantes y, según el denunciante, lo golpeó en el pecho. Ante estos hechos, el diputado radical solicitó ser querellante en la causa y pidió medidas de protección, tanto para él como para su familia.
La denuncia de Manes
El escrito, presentado por los abogados de Manes, Andrés Gil Domínguez y Mariano Bergés, detalla los hechos denunciados y solicita que el juez que intervenga en la causa sea sorteado por bolillero y que el proceso quede registrado en un video. El legislador radical manifestó su intención de declarar en la causa y de formar parte del expediente judicial.
En tanto, Manes relató que todo comenzó mientras Milei pronunciaba su discurso, cuando el diputado radical Pablo Juliano interrumpió para preguntar si el endurecimiento de penas que anunciaba el jefe de Estado también aplicaría a casos de estafa y criptomonedas. En ese contexto, Manes mostró la Constitución Nacional, lo que generó una reacción por parte del mandatario, quien le respondió: “¡Léela Manes!, te va a hacer bien, supuestamente vos entendés cómo funciona el cerebro y parece que no aprendiste nada, léela bien. Quizás, tu versión es con inteligencia artificial y cambiás de libertario a kirchnerista como hiciste vos, Manes”.
Los cruces y las amenazas dentro del Congreso
Según el testimonio de Manes, tras este episodio comenzaron a escucharse gritos desde un palco superior. Al volverse, identificó entre quienes vociferaban a Caputo, quien, según el radical, le realizó gestos intimidatorios tocándose los ojos con los dedos índice y mayor. Ante esto, Manes exhibió nuevamente la Constitución.
El diputado denunció que el asesor del libertario le gritó: “¿No me escuchás? ¡Ya me vas a escuchar! ¡Ahora me vas a escuchar!”. Además, según relató el diputado, su colega Pablo Juliano le indicó que había escuchado a Caputo decirle: “Te voy a hacer mierda”.
Luego de finalizada la sesión, Manes y Caputo se cruzaron en un pasillo del Congreso. En ese momento, según la denuncia, el asesor presidencial se le acercó de manera amenazante, lo miró cara a cara y le dijo en tono intimidante: “Vos para hacer lo que hiciste, tenés que estar limpio”. Manes replicó: “Yo estoy limpio”, a lo que Caputo respondió: “Vos no me conocés a mí”, tras lo cual el diputado le contestó: “Yo te conozco”. Finalmente, Caputo concluyó con la frase: “Ya me vas a conocer a mí”.
Asimismo, el diputado también denunció que, además de las amenazas verbales, fue golpeado físicamente. En su relato sostiene que Caputo lo golpeó con dos fuertes palmadas en el pecho. Y un acompañante del asesor presidencial, identificado como Fran Fijap, se abalanzó sobre él y bloqueó una cámara que grababa la situación. Luego, Manes aseguró haber recibido golpes por parte de personas del entorno de Caputo, aunque no pudo identificar a los agresores.
Las implicaciones legales y el pedido de medidas de protección
La denuncia de Manes está basada en el delito de amenazas coactivas, que prevé penas de entre dos y cuatro años de prisión. En su presentación, el legislador nacional destacó que Caputo no es un asesor más dentro del gobierno de Milei, sino que tiene una gran influencia en diversas áreas del Estado, en lo que el propio presidente denomina el “triángulo de hierro”, conformado por él, su hermana Karina y Caputo.
Además de su declaración como querellante, Manes solicitó que se cite a declarar como testigos a los diputados Pablo Juliano, Germán Martínez (Unión por la Patria), Marcela Coli, Melina Giorgi y Danya Tavella (UCR). También pidió que la Justicia tome medidas de resguardo para garantizar la seguridad de su familia.
Por su parte, el abogado de Manes, Mariano Bergés, consideró que la causa debería avanzar con rapidez y no tendría obstáculos para que Caputo sea imputado. “Me parece que la fiscalía no debería tener ningún inconveniente en imputar rápidamente a Santiago Caputo y empezar una investigación”, sostuvo.
A su vez, Bergés subrayó que el caso es claro debido a la existencia de registros audiovisuales y testimonios públicos. “Este tipo de hechos son bastante sencillos para la denuncia, porque son hechos que todo el mundo ve. Hay cámaras de televisión, imágenes, hay testimonios públicos, incluso de algunos periodistas”, explicó.
Por su parte, Manes reafirmó la gravedad de la denuncia y expresó que espera que la investigación avance de manera rápida y transparente.
La respuesta del Gobierno
Este miércoles, el vocero presidencial Manuel Adorni se refirió a la denuncia de Manes en su conferencia de prensa diaria y la calificó de “lamentable”. “Lo del diputado Manes la verdad es que es absolutamente lamentable”, afirmó el funcionario. También aseguró que se trata de un intento de “incentivar un show mediático” y lo tildó de “diputado kirchnerista”.
En esta línea, Adorni ratificó a Caputo en su cargo y minimizó los hechos ocurridos en el Congreso. “Es lamentable que se utilice un recurso judicial para incentivar el show que vino a proponer el diputado kirchnerista Facundo Manes”, expresó.
Entretanto, el incidente cosecha interpretaciones diversas. Desde el Instituto Patria salió la versión de que sólo fue una actuación teatral, que tiene por fin elevar la alicaída figura de Manes, para dividir al radicalismo bonaerense para el caso de que se concrete la alianza entre Lousteau y Kicillof.
De todas maneras, las luchas intestinas siguen desangrando lentamente a la Unión Cívica Radical, que, al igual que el peronismo, navega al pairo, sin conducción ni actualización de sus doctrinas políticas.
