El anuncio tuvo que ver con una promesa. En la década de 1970, varias organizaciones políticas que pasaban de las palabras a la acción directa proclamaban una frase que decía: “Pasamos de la fuerza de la razón a la razón de la fuerza”. Pero la razón de la fuerza no solo define a la acción directa, también describe el comportamiento que tienen las fuerzas de seguridad de todo el mundo. Por eso, la promesa que el Gobierno de Mauricio Macri le hizo a la Policía Federal para que aceptara con la menor oposición posible el traspaso de gran parte de su fuerza a la Ciudad de Buenos Aires se concretó este martes, cuando la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presentó en sociedad a la nueva Policía Federal Argentina (PFA). El anuncio lo realizó junto al jefe de la Policía Federal, el comisario general Néstor Roncaglia.
Con la transferencia, la Federal iba a perder una gran cuota de poder y territorio, ya que las comisarías de la Capital pasarían a depender de la nueva Policía de la Ciudad, al igual que la Superintendencia de Seguridad Metropolitana, la más grande y numerosa de la PFA. Casi la mitad de los efectivos de la fuerza pasaban a la Ciudad.
Entonces, se ideó un plan: transformar a la Federal es una especie de FBI argentino especializado en delitos complejos y federales. Esa fue la promesa que los políticos les hicieron a los uniformados. La Federal se haría cargo de los delitos más importantes: narcotráfico, secuestros extorsivos, investigaciones complejas y el combate a grandes bandas, entre otros.
A todo eso, Bullrich le sumó otra compensación muy seductora: el martes anunció que también les aumentará el salario un 12 por ciento.
La nueva policía se basará en el Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO). El PADO será lanzado el 1 de mayo y, a partir de allí, continuará una gradual pero constante capacitación para incorporar hasta 3.000 efectivos dedicados exclusivamente a este programa. Estos policías formarán un nuevo cuerpo de élite especializado en delitos complejos, como narcotráfico, terrorismo y ciberdelitos. Estarán afectados a operativos en todo el territorio nacional, con disponibilidad las 24 horas. La creación de cuerpos especiales será otro de los ejes sobre los que se irá construyendo la nueva Federal.
Bullrich también anunció la creación de 29 delegaciones de la Policía Federal en todo el país. La idea es federalizar en serio a la policía para que tenga presencia real y concreta, al igual que el FBI en los Estados Unidos. Seguramente, a esto se le sumarán amplias atribuciones para actuar.
Los anuncios son muy lindos y prometedores, el problema con el que chocan siempre es la realidad y su forma de implementación.
“El anuncio de ayer fue poco concreto, ya que no se dijo cómo se va a llevar a cabo todo lo que se presentó. Es más, ni siquiera se especificó adónde van a estar exactamente las delegaciones. Por ejemplo, ¿en la Ciudad habrá alguna? Nadie lo sabe. Por eso, se pareció más a una venta de humo que a otra cosa”, le dijo a Noticias Urbanas un comisario que se retiró hace muy poco de la institución.
El tema de la Capital no es menor. Todavía no se sabe cómo se resolverán los casos de narcotráfico o secuestros extorsivos que suceden en la Ciudad. De qué manera actuarán ambas fuerzas. En caso de llegar primero los efectivos de la Ciudad, ¿les avisarán a sus colegas de la Federal o actuarán directamente ellos? ¿La Federal procederá sin necesidad de apoyo o aviso alguno a los efectivos porteños? Los interrogantes se multiplican y las respuestas todavía no existen.
Otro dato que no augura nada bueno es la existencia de varias fuerzas en un mismo territorio. “La multiplicidad de fuerzas actuando en un mismo lugar no hace más que traer problemas. Nadie sabe quién se ocupa de cada cosa y las peleas entre fuerzas están a la orden, como sucedió en la Capital entre la Policía Metropolitana y la Federal”, le explicó un subcomisario de la Federal a este medio.
A eso hay que agregarle que el malestar de cierto sector de los traspasos aumentó luego de que fueran echados de la Policía de la Ciudad más de 200 convocados de la Federal. “Son gente con mucha experiencia y nadie del Gobierno porteño explicó por qué se los echó”, señaló un oficial de la Policía de la Ciudad proveniente de la Federal.
La razón de la fuerza vuelve a entrar en escena para describir que solamente la acción se transforma en el único y concreto ejemplo de los mejores deseos. Hasta ahora, la nueva Federal se queda en anuncios. En la práctica, las cosas pueden cambiar. Y mucho.