El Gabinete nacional que juró el 10 de diciembre de 2019 sufrió distintas bajas, en parte a instancias de la pluma implacable de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien a través de cartas, tuits y mensajes internos apuntó a los ministros más cercanos al presidente Alberto Fernández. También la derrota en las PASO 2021 y el fracaso en la gestión económica, sintetizado en la altísima inflación, hicieron lo suyo.
Tras más de dos años de gestión, en medio de una pelea feroz, y con el jefe de Estado y su vice enfrentados y casi sin hablarse, la puja por los lugares dentro de la Casa Rosada se convirtió en la disputa central.
Víctimas del off
La reciente salida de Matías Kulfas del Ministerio de Producción fue el último eslabón. El funcionario dejó su cargo días después del reencuentro entre Cristina y Alberto en el acto por los 100 años de YPF. Una nueva queja de la vice por las declaraciones en “off” redundó en un cambio en el tablero: Daniel Scioli dejó la embajada de Brasil para asumir en lugar de Kulfas.
Se trata de uno de los tres ministros más apuntados por la ex mandataria en el círculo más cercano al Presidente.
Un año antes, en septiembre de 2021, la suerte de Juan Pablo Biondi como secretario de Comunicación y Prensa de la Presidencia también estuvo marcada por una queja plasmada en redes por Cristina. La vice lo acusó de estar al frente de operaciones de prensa contra ella y su espacio político. Fue otro de los alfiles sensibles que Fernández entregó en la disputa.
Asumió en su lugar Gabriela Cerruti, bajo la figura de portavoz presidencial. La vocera cobró protagonismo, se alejó del cristinismo y se refugió bajo el ala albertista.
Los “funcionarios que no funcionan”
Cuando el FdT promediaba el año de gestión y las tensiones trascendían las puertas de Balcarce 50, en medio de la crisis por el coronavirus, la vice publicó una extensa carta en la que apuntó a los “funcionarios que no funcionan”.
Su prosa desató una crisis interna y poco tiempo después, la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, María Eugenia Bielsa, presentó su renuncia. En su lugar asumió Jorge Ferraresi, un dirigente ultra cristinista, quien dejó la intendencia de Avellaneda para sumarse al Gabinete nacional. Como Cerruti, luego se fue acercando al círculo más cercano al Presidente, aunque con oscilaciones e independencia.
El texto de Cristina apuntaba a varios de los ministros cercanos al Presidente, que tenían en sus manos carteras sensibles para sus intereses como el Ministerio de Justicia, a cargo de Marcela Losardo, quien tuvo que renunciar. Con Kulfas y Biondi, se trata de la tercera persona de extrema confianza que cedió Fernández. Losardo llegó al cargo siendo su socia en un estudio de abogados.
Como consuelo, la ex ministra fue como embajadora ante la UNESCO, en lugar del fallecido Fernando “Pino” Solanas. Y en su lugar asumió otro dirigente cercano a Cristina: Martín Soria. ¿Estará contenta la vice con la performance del rionegrino?
Dos casos atípicos dentro de la interna del Fdt fueron los cambios en las áreas de Salud y de Transporte. En febrero de 2021, cercado por el escándalo del vacunatorio VIP, Ginés González García dejó su cargo y asumió su número dos: Carla Vizzotti.
En abril de 2021, Mario Meoni falleció en un accidente de tránsito en la Ruta Nacional 7, a la altura de San Andrés de Giles. Sergio Massa, la otra pata de la coalición de Gobierno, mantuvo el control de la cartera de Transporte y puso a Alexis Guerrera en su reemplazo, quien hasta ese momento se desempeñaba como como presidente de Trenes Argentinos Infraestructura (TAI).
El armado de listas, la derrota y los cambios
El cierre de listas en el FdT para las legislativas también produjo cambios y renuncias. Los primeros tuvieron que ver con los funcionarios que se presentaron como candidatos, como el caso de Agustín Rossi, quien se metió nuevamente en la pelea electoral en Santa Fe y dejó el Ministerio de Defensa en manos de Jorge Taiana.
Daniel Arroyo fue otro de los que dejó un ministerio para ser candidato en la provincia de Buenos Aires. Juan Zabaleta tomó su lugar en Desarrollo Social, una cartera sensible en medio de la crisis y de los reclamos constantes en las calles de las organizaciones sociales de izquierda. Zabaleta se convirtió en albertista puro, aunque siempre con un puente tendido hacia Hurglingham -la intendencia que dejó con licencia- y el PJ bonaerense.
Meses después, la derrota electoral en las legislativas fue otro de los momentos críticos. Tras el duro revés, una ola de renuncias se puso a disposición del Presidente, encabezada por Eduardo “Wado” De Pedro, ministro de Interior; Soria, de Justicia; Juan Cabandié, de Ambiente; Roberto Salvarezza, de Ciencia y Tecnología; Tristán Bauer, de Cultura y Paula Español, de Comercio Interior, entre otros.
Salvarezza fue el único a quien el mandatario le aceptó su salida y puso en su lugar a Daniel Filmus, quien se desempeñaba como secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur. El resto siguió en la gestión. Nicolás Trotta también dejó el Gabinete, sorprendido ante el pedido de renuncia por parte del jefe de Estado. En su lugar, asumió el cargo en el Ministerio de Educación, Jaime Perczyk. Trotta había llegado por el acuerdo de Fernández con el poderoso sindicalista de los encargados de edificios Víctor Santa María, otro de relación oscilante con el Presidente.
Sabina Frederic, a cargo de Seguridad, era otra que estaba en la mira de Cristina y luego del rearmado pos derrota electoral también dejó la gestión. Desembarcó en el Gabinete una nueva vieja cara conocida: Aníbal Fernández, aunque con un perfil más cercano al Presidente que a su anterior jefa política, la actual vice y presidenta del Senado de la Nación. Llegó para ocupar un rol como ministro y vocero, pero hoy no parece desempeñar ninguna de las dos funciones.
La dura derrota en las urnas, además, obligó al jefe de Estado a prescindir de otro de sus hombres más cercanos: Santiago Cafiero. Del riñón albertista, dejó su cargo en la Jefatura de Gabinete para reemplazar a Felipe Solá en la cancillería. De todos modos, hoy sería un doble agente: Alberto lo sigue consultando como si continuara como coordinador de ministros.
En lo formal, Juan Manzur llegó desde Tucumán para ponerse al frente de las carteras y con aspiraciones 2023, pero se convirtió en otro que no logra hacer pie ni en una cosa ni en la otra.
Luis Basterra, en tanto, fue otro de los removidos de la gestión. Asumió Julián Domínguez en su lugar en Agroindustria y él fue como ministro de Educación del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán.
La crisis ante el control de precios
La inflación desatada impactó en Comercio Interior, una de las que sufrió más cambios durante la gestión albertista. En esta secretaría, Cristina movió una pieza propia por otra: salió Paula Español y entró Roberto Feletti. Pero en 2022, con los precios cada vez más arriba, se metió en la disputa el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien reemplazó a Feletti por su amigo Guillermo Hang, que está al frente de una gestión que hasta el momento no ha dado sus frutos.
El cupo femenino
De todas las dependencias con rango ministerial, que reportan al Presidente, sólo cuatro mujeres integran el Gabinete sobre 25 organismos. Ellas son: Elizabeth Gómez Alcorta y Carla Vizzotti, quienes tienen a cargo dos ministerios; mientras que Vilma Ibarra, como secretaria Legal y Técnica de la Presidencia y Cerruti, están al frente de secretarías de Estado, aunque con estatus de ministras.
Quiénes sobreviven en los mismos cargos
Guzmán, en Economía, es uno de los que resiste los embates y se convirtió en el ministro del área que más perduró en el cargo con un gobierno kirchnerista, superando incluso a Roberto Lavagna.
Eduardo De Pedro, en Interior, es otro de los nombres que se prepara para la pelea presidencial en 2023. Además, continúan en la gestión desde el inicio Gómez Alcorta, en Equidad; Claudio Moroni, en Trabajo; Katopodis, en Obras Públicas; Cabandié, en Ambiente; Matías Lammens, en Turismo y Deportes; Bauer, en Cultura y Carlos Zannini, como Procurador del Tesoro de la Nación. Además siguen Julio Vitobello como Secretario General de la Presidencia; Vilma Ibarra, Secretaria Legal y Técnica; Gustavo Béliz, Secretario de Asuntos Estratégicos y Carlos Montero como Síndico General de la Nación.
