La Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham) estimó que la deuda comercial acumulada asciende a U$S 56.000 millones, a través de un documento en el que describió la situación crítica del sector productivo en el país. En el análisis trazado, la entidad aseguró que “el Gobierno del presidente electo, Javier Milei, enfrentará obstáculos y desafíos que el país y el entramado económico-social han venido padeciendo a lo largo de las últimas décadas” y puntualizó sobre dos aspectos que, en base a su evaluación, afectan la productividad de las empresas que nuclean: la deuda comercial y la regulación estatal de las importaciones por medio de las SIRAS.
Al respecto de la primera, estimaron que la deuda total acumulada con proveedores locales o del exterior desde marzo de 2022 ascendería a u$s56.000 millones, “si se considera importación de insumos o servicios recibidos” y aseguraron que es producto de “la imposibilidad de acceder al mercado oficial de cambios para cancelarlas, una consecuencia directa de la delicada situación de las reservas líquidas en el BCRA”.
Cómo se compone la deuda
Al desglosar los acreedores que la componen, las empresas de capitales estadounidenses precisan que “en el stock, el principal acreedor son las propias empresas (deuda intercompany), con más de la mitad del total (59%). En segundo lugar, y en menor medida, los propios proveedores que los que financian (36%)”.
Desde AmCham advierten que “cualquier escenario de salida del esquema cambiario y acceso a divisas implicará un salto en el tipo de cambio y su correlación con la inflación, y un potencial deterioro de la confianza con las casas matrices de muchas compañías que operan en Argentina”.
La propuesta de Amcham para resolver el problema
A raíz de ese diagnóstico, sugieren:
– Garantizar el pago de las deudas que a futuro se generen por importaciones (flujo);
– Permitirles a los importadores o acceder al MULC (Mercado Único Libre de Cambio) o a los dólares financieros para el stock de deudas, con posibilidad de alternar entre los distintos tipos de cambio sin limitación alguna;
– Si las limitaciones por la falta de reservas líquidas en el BCRA imposibilitaran el acceso al MULC, proponemos gestionar con las empresas su cancelación futura mediante el acuerdo de un sendero de pago creíble, confiable, comprometido y finalmente respetado.
En cuanto al aspecto vinculado a las SIRAS que regulan el proceso de importaciones, la entidad señaló que “es habitual que sea imposible detectar y predecir los criterios para las aprobaciones o las negaciones” y manifestó que “si bien el nivel de aprobación ha fluctuado, actualmente podría decirse que las autorizaciones son casi nulas, sin poder garantizar a la industria el suministro de las cadenas de valor de los diferentes sectores de la economía, situación que se mostrará de manera más visible durante el próximo Gobierno a pesar de no haber sido este el responsable del problema”.
Al respecto, desde AmCham solicitan “eliminar este mecanismo de aprobación burocrático, limitativo a la producción y al abastecimiento, o en todo caso, que sólo permanezca como un sistema informativo, para que el Estado conozca el momento de pago de las importaciones acordado con los proveedores y a partir de esta información hacer previsible el movimiento de dólares para las importaciones a futuro”.