El apuro marca la tendencia. En pocos días, más precisamente entre el lunes y el jueves el Gobierno nacional logró que la Cámara de Diputados aprobara tres iniciativas claves: la reforma previsional, la tributaria y el Presupuesto 2018.
Para todo esto fue fundamental el apoyo del bloque de diputados que responden a los gobernadores del peronismo nucleados en el interbloque de Argentina Federal.
El debate del Presupuesto 2018, que fue aprobado en general por 165 votos positivos, 64 negativos y 1 abstención. El oficialismo vaticinó un crecimiento sostenido de la economía y una baja en la inflación y del déficit fiscal. La oposición advirtió que las pautas proyectadas pecan de demasiado optimistas y advierten que se impondrán el ajuste del gasto y un mayor endeudamiento.
Pese a las diferencias, el oficialismo tuvo garantizados los votos para darle media sanción, esta madrugada, al proyecto de presupuesto 2018 . El peronismo no kirchnerista, encarnado en el interbloque Argentina Federal -que responde a los gobernadores del PJ- y el Frente Renovador, anticipó su apoyo en general, aunque plantearán disidencias durante la discusión del articulado. Ayer, en el despacho del presidente de la Cámara, Emilio Monzó, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, negociaba con gobernadores y legisladores peronistas cambios de último momento.
El PJ no kirchnerista también acompañó otras tres iniciativas económicas clave para el Gobierno: el Consenso Fiscal y el régimen federal de responsabilidad fiscal, las cuales fueron acordadas con todas las provincias salvo San Luis. Ambas son ley. También apoyaron la prórroga del impuesto al cheque hasta 2020, que, junto con el presupuesto 2018, se discutirán en el Senado la semana próxima.
Así, esta madrugada Diputados convirtió en ley el proyecto de Consenso Fiscal, producto del consenso entre el Poder Ejecutivo y 23 de los 24 gobernadores, con 145 votos a favor, 53 en contra y 20 abstenciones.Con la aprobación de este paquete fiscal, el Gobierno confía en que estas leyes económicas contribuirán a consolidar el tímido crecimiento que evidenció la economía este año. Según el Indec, al tercer trimestre de 2017 el PBI acumuló una suba del 2,7%.
La oposición cuestionó las proyecciones oficialistas. “Este es un presupuesto que traerá mayor ajuste del gasto, más endeudamiento y menos obras públicas”, enfatizó el diputado Axel Kicillof (FPV). Y advirtió que si el Gobierno reduce el déficit en un punto, como prevé en 2018, será a costa de un “ajustazo”, porque el Tesoro percibirá menos ingresos que este año. “Ya no tendrá los recursos por el blanqueo, por las retenciones a la soja ni por la reparación histórica”, enfatizó.
Por su parte, la jefa del Frente Renovador, Graciela Camaño, insistió en que a las provincias “se las sigue castigando con el látigo y la chequera”, y sostuvo que el Gobierno bajó la inflación, pero sólo al nivel de 2015.
“El año pasado dijeron que en 2017 la inflación iba a rondar entre el 12% al 17%, Probablemente cierre entre el 23% y el 27% a fines de diciembre. Erraron en un 70%”, puntualizó, y criticó la política de endeudamiento del Gobierno. “Es una senda peligrosa”, advirtió.
Por su parte, Martín Lousteau (Evolución) dijo que descree de que se cumplan las pautas de crecimiento, inflación y tipo de cambio previstas en el proyecto. “Este presupuesto parece armado para poder cumplir la pauta de déficit. Pero esa es la cáscara: la pregunta es en qué gastamos y no deberíamos gastar”, sostuvo.
Según las proyecciones, el gasto primario subirá un 15,1% respecto de 2017 (bajará de 23 a 22 puntos en relación con el PBI). Se pagarán intereses de deuda por 283,8 mil millones de pesos en 2018, lo que implica un aumento del 28% respecto de este año. La deuda trepará del 28,5% al 31,1% del PBI.