Pese a que en el macrismo están convencidos de que “la idea de cambio” terminará imponiéndose por sobre la propuesta de continuidad que encarne Daniel Scioli o quien resulte electo por Cristina Kirchner como el candidato presidencial del FPV, el miedo a que Mauricio Macri no termine siendo presidente existe. Sobre todo entre los funcionarios del gobierno porteño.
Los motivos que motorizan este temor es que, de no llegar el Pro al gobierno nacional, el principal reducto macrista continuaría siendo la Ciudad. Una vidriera importante para la política nacional, pero limitada en función de contener a los dirigentes enrolados en el proyecto presidencial de Macri. Por lo que, una derrota en las urnas ante el kirchnerismo detonaría una fuerte puja de poder puertas adentro del partido amarillo a nivel local.
La única certeza es que, de imponerse Horacio Rodríguez Larreta como el sucesor de Macri en la jefatura de Gobierno, la rotación en el gabinete sería mínima. Quien más chances de ascender sería el secretario de Transporte, Guillermo Dietrich. Mientras que, los funcionarios que parecen tener el boleto picado son los ministros Hernán Lombardi (Cultura) y Daniel Chaín (Desarrollo Urbano). No casualmente, los principales defensores de Gabriela Michetti.
En reemplazo de Lombardi ya suenan Alejandro “Conejo” Gómez, quien supo despertar la furia del ex funcionario del gobierno de la Alianza cuando, en plena campaña, junto con otros miembros del gabinete de Cultura se fotografió con Larreta. Actualmente se desempeña como subsecretario de Gestión Cultural. Más relegado, también está en carpeta el nombre de Darío Lopérfido.
Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, habría conseguido una tregua -según pudo averiguar NU– con el larretismo y tendría garantizada su continuidad en la gestión, en caso de no ganar la intendencia de San Isidro. En tanto, la salida de Néstor Grindetti del ministerio de Hacienda sólo se daría si el funcionario resultare electo como jefe comunal de Lanús.
Los movimientos en la Legislatura
Una vez renovada la mitad de la Legislatura porteña que, de ganar Larreta, tendrá a Diego Santilli como presidente, es casi seguro que la vicepresidencia 1ª del cuerpo legislativo quede en manos de la actual jefa de bloque del Pro, Carmen Polledo, mujer de extrema confianza de Mauricio Macri.
En consecuencia, la conducción del bloque Pro quedaría en manos del ascendente Francisco Quintana, quien sorprendió a propios y extraños cuando, sobre el cierre de listas, fue confirmado por el jefe de Gobierno como el número 1 de la lista de candidatos a legislador porteño.
Finalmente, tras vencer su segundo mandato como diputado de la Ciudad, el actual vice primero del Parlamento capitalino, Cristian Ritondo, podría pasar a ocupar un cargo en el futuro gabinete de Larreta o, bien, encabezar la lista de diputados nacionales del Pro de cara a las elecciones de octubre. Algunos, incluso, lo ven como el posible presidente de la Cámara baja, si Macri se convirtiera en jefe de Estado.