Tras cinco meses sin poder aprobar proyectos y con la reaparición de la presidenta del Senado de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a reactivarse la labor legislativa. El 1° de septiembre fue la fecha de la última sesión en la que estuvo al frente la Vicepresidenta, día en el que ocurrió el atentando frente a su departamento.
La sesión inició con la presencia de 43 legisladores, en la cual aprobaron una serie de proyectos que estaban pendientes desde hacía meses.
Luego de la última convocatoria, donde no pudo avanzarse en la aprobación de los temas por falta de acuerdos políticos entre el oficialismo y la oposición por el temario, finalmente, se logró lo que tanto se esperaba.
Con una holgada agenda, se aprobaron la Ley Lucio, Alcohol Cero al volante, los pliegos de jueces de Santa y Córdoba, el Lenguaje de Señas, la jerarquización de la carrera de enfermería, la Ley de Cardiopatías Congénitas, la eliminación de la “fe de vida” para jubilados, el Certificado Único de Discapacidad, la exención del Impuesto a las Ganancias para el personal de salud por guardias adicionales y Fortalecimiento de la Justicia Penal Federal en Santa Fe.
La sesión estuvo cargada de emociones, ya que se encontraban los abuelos y las tías de Lucio Dupuy, el niño de 5 años, que fue asesinado por su madre y la pareja. Los familiares de Lucio fueron recibidos por Cristina en su despacho, durante el debate de los proyectos. La ley se aprobó por unanimidad, logrando el acuerdo de todo el arco político (65 votos afirmativos).
“Hoy estamos dando tratamiento a este proyecto que lo vamos a convertir en ley porque no queremos que haya más Lucios a lo largo y ancho de nuestro país”, expresó la senadora radical María Belén Tapia.
En tanto, la legisladora María Eugenia Catalfamo (Unidad Federal) les pidió “disculpas a los familiares presentes” y dijo que “esta ley debería haber salido hace quince días”.
Asimismo, estuvieron presentes los familiares de las víctimas que fallecieron en accidentes de tránsito por personas que manejaban alcoholizadas. Entre lágrimas, festejaron desde los palcos la aprobación de la iniciativa, aunque hubo disidencias por parte de los legisladores (48 votos afirmativos, 9 en contra).
Los senadores que votaron de forma negativa fueron los oficialistas de la provincia de San Juan, Cristina López Valverde y José Uñac, y entre los opositores estuvieron Roberto Basualdo (San Juan), los mendocinos Alfredo Cornejo y Mariana Juri, Alfredo De Angelis (Entre Ríos), Julio Martínez (La Rioja), Juan Carlos Romero (Salta) y Dionisio Scarpin (Santa Fe).
Una de las críticas que se le realizaron al proyecto estaba vinculada a que “un solo artículo de la ley de tránsito no resuelve los problemas”, como expresó el senador radical Cornejo y, además, advirtió que bajaría el trabajo por llevar a un bajo consumo de alcohol en su distrito.
Por su parte, Romero explicó su voto negativo: “Nuestra misión es encontrar el camino para que no existan nuevas víctimas y no conformarnos con aprobar una ley que no es garantía de la reducción de las muertes ni de resolver este problema”.
Pero lo cierto, es que el tema recogió los tres votos negativos de los representantes de San Juan, aunque fueran de distinto color político, ya que la provincia se relaciona a la producción vitivinícola.
En tanto, la senadora por Mendoza, Anabel Fernández Sagasti (Unidad Ciudadana) cuestionó: “Hoy estamos tratando un proyecto con un altísimo nivel de consensos que ha atravesado a todos los partidos políticos y no puedo aceptar en silencio que esta ley es demagógica cuando, quienes dicen eso, han construido su carrera política con demagogia punitiva”.
Cabe destacar que, luego de cinco meses, la oposición y el oficialismo pudieron limar sus asperezas y avanzar en una agenda en conjunto, como hacía mucho no se veía. A pesar de las idas y venidas para poder sesionar, los proyectos pudieron sancionarse con grandes acuerdos políticos. La gran incógnita es: ¿Cuánto durará? El tiempo lo dirá.