En el marco de su visita a Buenos Aires, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, visitó la Quinta de Olivos y definió al presidente de la Nación, Mauricio Macri, como el “líder del futuro de América Latina”.
A su vez, en una reunión que mantuvo con Macri en la sala de conferencias de la residencia de Olivos, el vicepresidente de Donald Trump le dijo que “Estados Unidos está con usted”.
“Vemos con beneplácito el papel que juega Argentina a nivel mundial. Es muy bueno para el continente”, remarcó Pence. Cabe destacar, que su llegada conllevó un operativo de seguridad impactante. Entre los tópicos que trataron, uno de ellos fue la expulsión de Nicolás Maduro del Mercosur, encabezado por el jefe de Estado argentino, y destacó el apoyo de “Paraguay y Uruguay” en la iniciativa.
Otra de las cuestiones que se trataron es sobre los negocios entre ambos países, en lo que respecta, Pence aseguró que esperan profundizar el comercio bilateral. Sin embargo, no adelantó ningún detalle sobre la importación de biodiesel, que le reportaría a Argentina más de mil millones de dólares y que se halla en una etapa judicial por las denuncias antidumping de los empresarios norteamericanos.
No obstante, sí aseguró acuerdos posibles en cuanto a la agricultura y se encargó de hacerle propaganda al cerdo de Estados Unidos que esperan colocar en el mercado argentino. En otro orden de prioridades, la mano derecha de Trump halagó a Macri por sus “audaces programas de cambio en la economía” y afirmó que en el futuro habrá “muchas inversiones” norteamericanas.
Mientras tanto, el titular de la Cámara de Comercio de EEUU en Argentina, Alejandro Díaz, indicó que existen “grandes chances” de que ingresen al país “entre 15.000 y 16.000 millones de dólares de inversión de empresas integrantes de la Cámara deberían venir a Argentina en 2018-2019, en función de un análisis aún no comprometido pero con grandes chances de que ocurra si los procesos de transformación continúan”.
A su vez, el ejecutivo manifestó que ese valor multiplica por 7 el volumen estimado para el período 2016-2017. Asimismo, Díaz evaluó que “la posibilidad de inversiones cuantificada el año pasado con la visita en marzo del expresidentes estadounidense, Barack Obama, dio 2.400 millones de dólares para el año pasado y este, casi 7 veces menos que la actual proyección.
El titular de la Cámara de Comercio de EEUU en Argentina, estimó que “en los últimos 10 años, el país recibió 7.000 millones de dólares de inversiones directas extranjeras, cuando Chile tuvo 17.000 millones y Colombia 21.000 millones en el mismo período, por lo que el potencial de una Argentina normalizada es promisoria”.
También, para los inversores norteamericanos hicieron eco de las elecciones primarias en el país, y la destacaron como optimista “pensando en que los procesos de transformación y el respaldo de la ciudadanía al Gobierno son provechosos porque permitirá continuar esa agenda”.
Por otro lado, Diaz añadió: “Las expectativas por la presencia en el país del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, son muy buenas porque permitió convocar a un grupo liderado por el titular de la Cámara de Comercio en Estados Unidos, Tom Donohue, y eso da visibilidad no sólo a nivel político sino de negocios, que es muy importante para Argentina”.
Además identificó dos tipos de grupos en la misión estadounidense: “uno que ya opera en Argentina relativo a las telecomunicaciones e infraestructura, consumo y farmacia y, por otra parte, empresas como Boeing y Lockheed Martin, que visualizan que están dadas las condiciones para ingresar al modelo de negocios del país”.
Diaz aseguró:”La visión de la economía global del presidente estadounidense, Donald Trump, se está redefiniendo y no fue explicitada la visión estratégica de Estados Unidos en lo relativo al comercio, pero las empresas en Argentina y la Cámara de Comercio tienen una visión claramente de comercio abierto” compatible con la integración de Argentina al mundo. Y pronosticó que “aunque la expresidenta Cristina Fernández gane en octubre, eso no cambia el foco ubicado en el largo plazo y los inversores vendrían igual, aunque hay otros grupos de empresas que están viendo a Argentina por primera vez y estarían más cómodos con que el proceso actual continúe”.
“En términos generales, a las empresas con muchos años en el país no les influye (el resultado de las elecciones de este año) pero si hablamos de un planteo de volver al pasado y afectar las variables macro, ese es un escenario negativo y peligroso que generará impacto en inversiones futuras”, detalló.
Diaz concluyó en que “la problemática argentina tiene más que ver con el largo plazo y la posibilidad de que se consoliden las transformaciones, por lo que el foco está en si el Congreso acompaña ese proceso” y apuntó que “el problema del país no es el tipo de cambio sino la competitividad y productividad, que es el gran desafío”.