“Es un disparate total. Olvidate”. Así de tajante fue la respuesta que dio un hombre fuerte del PRO ante la consulta de diario Clarín por una eventual gran interna opositora que incluya a Mauricio Macri, Sergio Massa y a los candidatos de UNEN.
Ese experimento, una posibilidad que se había explorado meses atrás, fue relanzado en los últimos días por dos radicales -Gerardo Morales y Luis Naidenoff- que mantienen excelente vínculos con Massa.
La propuesta se hizo pública tras la invitación de Macri a Ernesto Sanz y Elisa Carrió para dirimir una candidatura presidencial en unas PASO. El líder del Frente Renovador, en tanto, dejó trascender que estaría dispuesto a escuchar una propuesta, abierto al diálogo, una exigencia habitual del Jefe de Gobierno porteño a todo el arco político.
Sin embargo, antes de que esa idea se explicitara en la cumbre que este lunes mantendrán los referentes de la UCR, en el macrismo le sacaron tarjeta roja al ex intendente de Tigre. El mismo día en que Macri publicó su propuesta para las PASO en Facebook, uno de los principales impulsores de ese comunicado anticipó: “Es una invitación, directa, generosa y amplia. Pero llega hasta Massa”, dijo. Evitó, por cierto, mencionar la palabra “límite”, con la que buena parte de los socios de Carrió y Sanz en UNEN se refieren al propio Macri.
No importa que hace un año fueran aliados pudorosos en las Legislativas, cuando Massa se convirtió en un presidenciable. Macri no le perdona el ninguneo durante esa campaña. Y en la mesa chica del PRO tampoco temen que Massa exponga las relatividades de su predisposición al diálogo.
“Con ese argumento metamos a Scioli en la interna”, ironizó una de las voces que Macri más escucha, al que no lo sorprendieron los movimientos de Massa y sus aliados radicales. “Viene trabajanado en ese sentido hace mucho tiempo. Le convendría que hubiera un solo candidato”, reflexionaba.
El pasado de Massa en el kirchnerismo es el argumento que más repiten los macristas para esquivar el coqueteo.
Uno de los amigos peronistas que Massa tiene en el PRO cree que ninguno de los dos candidatos tiene vocación de construir una opción común. Que Macri intente seducir a Elisa Carrió, que denuncia vinculaciones de Massa con el narcotráfico, es el ejemplo contundente en ese sentido.
Un legislador que también conoce bien a Massa cree que la intencionalidad de la propuesta de Morales y compañía es terminar de dinamitar UNEN, una tarea a la que todos los sectores parecen abocados.
Los intentos del misionero Ramón Puerta por acercar las posiciones de su amigo Macri con su nuevo jefe Massa tampoco tuvieron éxito. “La vida de Ramón es el peronismo. Y Massa es peronista”, se lamentaba días atrás un funcionario macrista que lo conoce desde hace décadas.
El pastor evangelista Luis Palau es un habitual predicador del perdón y el olvido. Macri, que lo distinguió esta semana como huésped de honor pero no tenía pensado asistir a su presentación multitudionaria en Lugano, no puede perdonar todo. Al menos no a Sergio Massa.