Es una de las grandes incógnitas de la próxima elección. Luego de la polarización récord en la última presidencial, cuando entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio se acercaron a los 90 puntos, ¿habrá lugar ahora para un tercero? ¿Se romperá finalmente la polarización de la que se quejan muchos, pero de la que logran librarse pocos?
Las primeras encuestas previas a las PASO del 12 de septiembre venían anticipando terreno fértil para nuevas alternativas. Básicamente por la predisposición que mostraba un sector del electorado a elegir por fuera de las dos grandes alianzas y el hartazgo que reflejaban con el antagonismo político.
Pero ya desde entonces, los analistas advertían sobre un punto: en 2015 y 2019 también una parte de la sociedad anticipaba, meses antes de los comicios, que estaría dispuesta a votar una alternativa y luego esa chance se terminó consumiendo. En particular, en el último comicio.
A favor de quienes intentan colarse por afuera, la de este año es una elección legislativa intermedia, cuando la oferta de la oposición suele dividirse y la gente se siente quizás algo más liberada para decidir su voto.
Esta semana trascendieron nuevos números de intención de voto en los tres escenarios principales (Nación, Provincia y Ciudad de Buenos Aires) y la polarización, aún sin ser extrema, vuelve a avanzar.
Datos nacionales
Son de la Universidad de La Matanza (UNLM), que utiliza al equipo de la consultora Proyección para sus mediciones. Entre el 25 y el 27 de julio hicieron un relevamiento de 1.485 casos en todo el país, con +/- 2,5% de margen de error.
Y allí la grieta copa claramente la escena. A priori, el total que suman entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio no parece tan grande, ya que no llega a 65 puntos (34,1% el oficialismo contra 30,5% de la principal alianza opositora). Sin embargo, al 100% hay que restarle un 11,2% de indecisos más un 6,1% que votaría en blanco o impugnaría. Es decir, quedan poco más de 80 puntos de intención de voto positiva y entre ambas alianzas se llevan casi 65.
¿Cómo se reparte el resto?: 4,3% los libertarios, 3,4% el peronismo no K, 1,7% la izquierda y unos 9 puntos entre “otros” postulantes.
Datos bonaerenses
La misma UNLM difundió un sondeo provincial sobre 1.280 casos, relevados entre el 25 y el 28 de julio y con un margen de error de +/- 2,8%.
Ahí, donde se librará la madre de todas las batallas electorales (vota casi el 40% del padrón y se renuevan 35 bancas de diputados nacionales), la polarización es un poco más grande todavía.
Entre los candidatos del Frente de Todos (37,5%), más las dos líneas internas de Juntos por el Cambio (Diego Santilli 20,9% y Facundo Manes 9,4%) se acercan a los 68 puntos, sobre unos 80 en juego, ya que un 13,5% permanece indeciso y un 6,5% votaría en blanco o impugnado.
Debajo de las opciones de la grieta quedan los liberales de Espert con 5,7%, los peronistas no K de Randazzo con 4%, la izquierda de Del Caño en 1,7% y la centroderecha de Cynthia Hotton en 1%.
Es decir, por ahora, pese a la presencia de figuras fuertes, como Randazzo y Espert, la polarización parece muy firme.
Es una de las grandes incógnitas de la próxima elección. Luego de la polarización récord en la última presidencial, cuando entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio se acercaron a los 90 puntos, ¿habrá lugar ahora para un tercero? ¿Se romperá finalmente la polarización de la que se quejan muchos, pero de la que logran librarse pocos?
Datos porteños
La misma consultora Proyección, que hizo el sondeo para la UNLM, presentó un relevamiento de 671 casos en la Ciudad de Buenos Aires (entre 25 y 28 de julio), con +/- 3,8% de margen de error. Y ahí también la polarización es fuerte.
Por un lado, figura con altos 32,4 puntos la dupla del Frente de Todos de Leandro Santoro y Gisela Marziotta y, por el otro, se reparten 40,6 entre las tres listas porteñas de Juntos por el Cambio: 30,7% la que encabeza María Eugenia Vidal, 8,1% la de Ricardo López Murphy y 1,8% la del radical Adolfo Rubinstein.
Con 13,2% de indecisos y 3,3% que votaría en blanco o impugnaría, queda relativamente poco para dividir entre el resto: 6,4% se los llevan los liberales de Javier Milei, 1,7% la izquierda de Gabriel Solano, 1,3% los peronistas no K de Juan Pablo Chiesa, más 1,1% de la izquierda de Luis Zamora.