La noche del 17 de marzo Fidel Corvalán fue asesinado a balazos por un policía de la Ciudad. El jóven de 18 años había avisado a su padre que estaba volviendo a su casa cuando a tan solo cinco cuadras, en el cruce entre Balcarce y San Lorenzo, un efectivo de civil lo mató a disparos con el arma reglamentaria alegando que Fidel y sus amigos le querían robar el vehículo personal.
La noticia de última hora es que el oficial, Marcelo Díaz, ha sido procesado por homicidio agravado por el uso de un arma de fuego, en concurso ideal con el delito de lesiones graves cometidos en exceso de la legítima defensa.
Fabián Corvalán, padre de la víctima, aseguró que “está comprobado que Fidel no tuvo arma ni apuntó a nadie en ningún momento” al mismo tiempo que confirma los avances en la causa: “Hay pericias, videos y testigos que demuestran que ni siquiera llegó a tocar el vehículo del policía quién mintió desde el primer momento”.
La investigación, conducida por el Juzgado de Menores N° 6 a cargo de Carlos Cocianich cuenta con pruebas contundentes que demuestran que Fidel no estaba armado como enunció el policía en su declaración. El agente es un efectivo de la Comisaría Vecinal 3B y según su relato Fidel mostró un arma de fuego mientras intentaban abrir el vehículo.
En el mes de marzo, el juzgado ya había resuelto la detención del agente, el secuestro del arma reglamentaria utilizada y la intervención de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina para realizar el peritaje necesario. En ese sentido el padre de Fidel afirmó: “El primer avance de la causa gracias a dios es que el policía está procesado por homicidio agravado por el uso de arma”. Sobre esto reclama: “Me lo mató por nada, porque tiene instinto asesino”.
Fidel tenía 18 años y una familia que lo esperaba en la casa. Al día siguiente se iba a levantar para ir a trabajar haciendo repartos en su moto y por la noche iba a seguir estudiando para terminar el secundario. Ni él ni su familia tenían antecedentes penales. Era vecino de San Telmo y tenía 4 hermanos. La causa se encuentra en etapa de instrucción, próxima a ser elevada a juicio, y la querella de la familia la lleva adelante la Defensoría General de la Nación quienes pedirán en las próximas horas la elevación a juicio.