Al menos unos 15.000 manifestantes participan en una marcha de indígenas que preveía llegar este miércoles al centro de la capital de Ecuador para protestar contra el gobierno de Guillermo Lasso. El palacio presidencial de Carondelet, sede del Ejecutivo, se mantenía férreamente custodiado, en el décimo días de movilizaciones en rechazo al aumento del costo de vida.
El inicio de la marcha, concentrada en la entrada al centro histórico, avanzó de forma pacífica, con los manifestantes gritando consignas como “el pueblo unido, jamás será vencido”.
Los manifestantes se intalaron en la llamada Plaza de Santo Domingo donde llevaron adelante un acto simbólico por el Inti Raymi (Fiesta del Sol, en quechua), una de las grandes fechas dentro del calendario agrícola andino.
Mientras tanto, otro grupo de manifestantes marchó por varias calles del centro norte de Quito y por la zona financiera, durante el décimo día de la protesta convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), en contra del gobierno para reclamar por los aumentos de precios, especialmente del combustible.
En las marchas participaban hombres y mujeres, muchos de los cuales portaban banderas del Ecuador y vuvuzelas con las que acompañaban el desplazamiento.
▶ Sin diálogo
Las protestas continuaban mientras el gobierno está a la espera de la aceptación por parte del líder de la Conaie, Leonidas Iza, a la invitación al diálogo formulado por más de 300 organizaciones de la sociedad civil, con el apoyo técnico de la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas.
El gobierno de centro derecha de Lasso, un exbanquero que asumió el poder hace poco más de un año, declaró el estado de excepción en las provincias andinas de Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo, así como a la amazónica de Pastaza, en su afán de contener la movilización indígena que se ha instalado con fuerza en Quito.
Los indígenas exigen que se derogue el estado de excepción y que cese la represión para propiciar un espacio de diálogo.
Pero el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, declaró el miércoles que las autoridades no aceptan las condiciones impuestas por el sector indígena como requisito para iniciar negociaciones encaminadas a buscar una salida pacífica a las protestas.
“No es el momento de poner más condiciones, no es el momento de exigir mayores demandas, es el momento de sentarse a conversar, estamos en el décimo día de paro”, dijo el ministro a la red de televisión Teleamazonas.
El líder indígena Leonidas Iza, al frente de cientos de manifestantes, aseguró: “Siempre hemos tenido apertura al diálogo, pero hemos dicho que los diálogos no pueden ser para burlarse del pueblo ecuatoriano”.
Entre las demandas de los manifestantes figuran la reducción y congelamiento de los precios de los combustibles, el control de precios de los productos de primera necesidad, impedir las privatizaciones y evitar la flexibilización laboral, entre otros.
▶ Incidentes violentos
El ministro del Interior de Ecuador, Patricio Carrillo, denunció el miércoles que tres policías fueron retenidos por manifestantes en la ciudad amazónica de Puyo, mientras desconocen el paradero de otros 18 en el marco de incidentes en los que falleció el martes un manifestante y se quemó una unidad policial.
Según Carrillo, en Puyo “gente en estado etílico generaba turbas impresionantes que no dejaban que las personas puedan atenderse en términos de salud, el paso de ambulancias, de víveres. El desabastecimiento ya en la ciudad llegaba a niveles intolerables”.
Carrillo informó, además, que una grupo incendió las instalaciones de la Policía en centro del Puyo, donde había 18 vehículos, que también quedaron incinerados.
De acuerdo con la información oficial y también la emitida por las organizaciones indígenas, hasta ahora se contabilizan al menos dos manifestantes muertos. La Policía aseguró que no tiene responsabilidad sobre esas muertes, mientras que los manifestantes sostienen que sus compañeros de protestas fueron asesinados por la fuerza pública.
El Ministerio de Salud, a través de un comunicado, informó sobre la muerte de dos personas que eran transportadas de emergencia en ambulancias que fueron detenidas por los manifestantes en los bloqueos de ruta. A pesar de pedir que les permitan el paso para trasladar a los enfermos hasta un hospital, los manifestantes se negaron. Con esto, las movilizaciones ya cuentan cuatro muertos.
La protesta indefinida también ha dejado más de un centenar de heridos entre manifestantes y miembros de la fuerza pública. Hasta el 21 de junio, la Alianza por los Derechos Humanos de Ecuador, contabilizó 74 personas heridas. Por su parte, la Policía contabilizó que 85 de sus agentes resultaron heridos, esto según la información publicada el último martes y las más recientes declaraciones del ministro del Interior, Patricio Carrillo. Hasta el 20 de junio, las Fuerzas Armadas informaron que 22 militares fueron heridos.