Los precandidatos a la Presidencia movilizarán cientos de miles de voluntarios para fiscalizar las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Y será un esfuerzo bien oneroso: costará miles de millones de pesos, mayormente en negro, que se destinarán a solventar viáticos, viandas, útiles y transporte.
El domingo próximo se abrirán 104.577 mesas en 16.950 locales en todo el país a los que deberán concurrir 35.394.425 votantes, de acuerdo a datos oficiales de la Cámara Nacional Electoral. Y esos números conllevan que cada precandidato necesite entre 60.000 y 120.000 fiscales, estimaron desde los distintos espacios.
La necesidad alcanza a todos. Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich competirán entre ellos como si fueran rivales en una elección general, sin compartir fiscales salvo contadísimas excepciones como Mendoza, donde el radicalismo trabajará para ambos. Tampoco compartirán todos los fiscales Sergio Massa y Juan Grabois. ¿Y Javier Milei? Desconfía de todos. Teme que “la casta” le robe las boletas allí donde no tenga ojos propios.
El costo final de semejante movilización de fiscales resulta, sin embargo, un misterio. Entre otros motivos, porque el operativo se financiará con fondos que no se informarán a la Justicia electoral y porque algunos equipos lo gestionan de manera descentralizada, por provincias, regiones o incluso municipios. También, porque ciertos espacios cuentan con una base más sólida de militantes dispuestos a involucrarse gratis que otros.
Para la fiscalización, cada precandidato designó a un máximo responsable de la convocatoria y capacitación, como también para coordinar la logística con los responsables directos en cada provincia o distrito. El de Rodríguez Larreta es Eduardo Macchiavelli; la de Bullrich es Paula Bertol; en el equipo de Massa quedó María Teresa García al frente; y Milei designó al consultor Fernando Cerimedo.
En términos generales, cada fiscal recibirá entre 8000 y 9000 pesos, en tanto que los responsables de locales o de “áreas” llegarían a los $12.000. Eso conllevaría una partida total de entre 1000 y 1150 millones de pesos, sólo por las PASO, fondeo que no incluye su alimentación y transporte.
Sólo a modo de comparación, en la provincia de Buenos Aires se montarán 38.074 mesas a las que estarán habilitados para votar 13.110.768 ciudadanos. Es decir, 344 votantes por mesa, promedio, en 6144 centros de votación. En otras palabras, un desafío que sólo en territorio bonaerense demandaría cerca de 44.000 fiscales por cada postulante a la Casa Rosada.